Barcelona.- El colapso en el aeropuerto barcelonés de El Prat, donde las colas para el acceso a los controles de pasaportes se hacen insoportables desde hace algún tiempo, se agrava estos días porque a la falta de personal y los nuevos requisitos exigidos por la UE se añade una especie de huelga de celo de los trabajadores de la empresa Eulen, adjudicataria de los servicios de seguridad.
Según fuentes sindicales, de los más de 350 trabajadores que la empresa tiene en el aeropuerto, entre un 20% y un 30% están de vacaciones o de baja. Lo que se traduce en más trabajo para los que están en activo y enormes colas para los pasajeros, muchos de los cuales pierden sus vuelos por las largas esperas.
No faltan quienes señalan como culpable de todo esto a Aena y a las “peculiares” condiciones introducidas en las contrataciones de servicios. No es casual el hecho de las recientes huelgas del personal de empresas adjudicatarias de servicios en diversos aeropuertos españoles, como la protagonizada por los empleados de limpiezas en el propio aeropuerto de Barcelona o la de los “chaquetas verdes” en el madrileño de Barajas no hace mucho. Y ello sin olvidar que el propio gestor aeroportuario ha tenido que repetir este mes el concurso para asistencia a personas de movilidad reducida (PMR) que ya convocó por la mitad de precio el pasado mes de abril y al que no concurrió nadie.
Conocedores de Aena atribuyen estos hechos a las condiciones “verdaderamente draconianas y precarias” de los concursos de las adjudicaciones que, en no pocas ocasiones repercuten en la calidad de los servicios.