Washington.- La Nasa ha confirmado que es técnicamente capaz de lanzar una tripulación en la Exploración Misión-1 (EM-1), pero después de evaluar los costes, riesgos y factores técnicos en un proyecto de esta magnitud, sería difícil acomodar los cambios necesarios para incorporar en estos momentos de la planificación de la misión una tripulación.
En febrero, la Nasa emprendió un esfuerzo para estudiar la viabilidad de enviar una tripulación a bordo del primer vuelo del cohete SLS y la nave espacial Orion, la EM-1. Después de sopesar los datos y evaluar todas las implicaciones, la agencia continuará aplicando el plan original para el primer lanzamiento, como una rigurosa prueba de vuelo de los sistemas integrados pero sin tripulación.
Sin embargo, los ingenieros aplicarán los conocimientos adquiridos por el esfuerzo de la primera prueba de vuelo y los sistemas integrados para fortalecer a largo plazo el impulso para extender la presencia humana en lo más profundo del sistema solar.
El esfuerzo confirmó que el plan previsto para volar EM-1 sin tripulación sigue siendo el mejor método para permitir que los seres humanos se muevan de forma sostenible más allá de la órbita terrestre baja.
"Apreciamos la oportunidad de evaluar la posibilidad de este vuelo tripulado", dijo el administrador en funciones de la Nasa, Robert Lightfoot. "El apoyo de ambos partidos del Congreso y el presidente para nuestros esfuerzos para enviar astronautas al espacio más profundo del sistema solar de lo que hemos ido antes se valora y no pasa desapercibido. El apoyo presidencial para el espacio ha sido fuerte", aagregó.
EM-1 es la primera de una serie de misiones de exploración que llevará a los seres humanos al espacio lejano y eventualmente a Marte. Está diseñado para ser una prueba de vuelo de todo nuestro sistema, que en sí mismo es un reto, y ofrecerá la oportunidad de entender mejor nuestras capacidades y limitaciones y, finalmente, aumentar la confianza en nuestra capacidad de enviar una tripulación de forma segura en el espacio profundo.
Como parte de la evaluación que se está realizando, la Nasa también revisó el calendario de EM-1 y ha ajustado las fechas de su lanzamiento para 2019.