Kalimatan.- Sin poder contar aún con las cajas negras del A320-200 de Air Asia siniestrado el pasado domingo en el mar de Java, se desatan las hipótesis sobre las causas que pudieron desencadenar el accidente que ha costado la vida a las 162 personas que viajaban a bordo.
Para unos, el comandante Iriyanto, un antiguo y experimentado piloto del Ejército del Aire indonesio, pudo intentar un aterrizaje de emergencia con un impacto no destructivo. Otros sugieren que el avión pudo caer porque volaba demasiado lentamente o que subió de altura demasiado súbitamente, lo que posiblemente llevó al A320 más allá de sus límites.
El avión volaba a una altura de 9.800 metros cuando el piloto pidió a la torre de control permiso para ascender para evitar la tormenta. La torre de control tardó un tiempo en darle el permiso debido a la densidad del tráfico aéreo en ese momento, pero el Airbus desapareció de las pantallas de los radares poco después.
La ausencia de señal de socorro de la cabina sigue sin explicación. "El transmisor de localización de emergencia (ELT) tendría que funcionar después de un impacto, ya sea en tierra, en el mar o en la cresta de una montaña, y mi análisis es que no ha funcionado ya que no hubo impacto mayor durante el aterrizaje", declaró a AFP Dudi Sudibyo, redactor jefe de la revista de aviación Angkasa.
"Hasta ahora, las cifras tomadas por el radar son increíblemente altas. Este ritmo de ascensión es muy alto, demasiado alto. Parece estar por encima de la capacidad del aparato", precisaron fuentes próximas a la investigación, añadiendo que los datos en los que se basan estas suposiciones son muy incompletos.
Por otra parte, objetos como los que pueden ser una puerta de emergencia y un tobogán inflable para las evacuaciones figuran entre los restos avistados en la zona de búsqueda, sugiriendo que los primeros pasajeros podrían haber empezado a salir del avión tras el amerizaje. El antiguo ministro de Transportes, Jusman Syafii Djamal, está convencido de que el hallazgo de la puerta de emergencia significa que "alguien la había abierto". Según él, los pasajeros podrían haber esperado que un miembro de la tripulación inflara un bote salvavidas antes de ser alcanzado por una ola gigante que habría sumergido el aparato.
Las investigaciones se centran también en las condiciones meteorológicas existentes en el momento del siniestro. Los investigadores estiman que la localización de las cajas negras puede tardar aún una semana debido precisamente a la climatología adversa en la zona.