Lisboa.- "La decisión del Gobierno de proceder a la intervención en los días de huelga de TAP tiene que ver con las consecuencias particularmente graves para el funcionamiento de los servicios esenciales de interés público y para el funcionamiento de sectores vitales de la economía nacional del 27 al 30 diciembre", dijo el ministro de Economía, António Pires de Lima.
Los sindicatos de la compañía TAP convocaron esta huelga contra de la decisión del Gobierno de privatizar la aerolínea.
Ttras la reunión del Consejo de Ministros. Pires de Lima señaló también que "en estos días festivos, TAP ofrece servicios de interés público y la unidad nacional. Esto se hace para proteger el interés público frente a los intereses privados. Nuestros emigrantes no tienen otra alternativa que TAP para regresar al país, como lo hicieron los portugueses que trabajan en el extranjero y los que quieren moverse entre el continente y las regiones autónomas. Una situación excepcional requiere una medida excepcional".
"El Gobierno hará todo lo que esté a su alcance para proteger los intereses de los portugueses", dijo el ministro, y agregó que "la huelga convocada significaría pérdidas de cientos de millones de euros y un daño irreparable a la imagen de un sector que es vital para nuestra economía“.
El ministro dijo también que la intervención afecta únicamente a los días convocados a la huelga, a causa de la Navidad y sólo a los trabajadores necesarios para el funcionamiento de los planes de vuelo previstos, haciendo hincapié en que ésta es la única intervención civil ordenada por el Gobierno, a pesar de la casi 1.000 huelgas registradas desde que asumió el cargo, de las que más de 150 fueron en el sector del transporte.
El secretario de Estado de Transportes, Infraestructuras y Comunicaciones, Sergio Monteiro dijo que "se convocará al 70% de los trabajadores del grupo TAP, que llevarán a cabo todos los 1.141 vuelos regulares previstos en los cuatro días de huelga, el 10% de los cuales serán entre comunidades autónomas" .
El ministro admitió la posibilidad de aportar ayudas estatales en la aerolínea aceptables por la Comisión Europea sólo de forma excepcional (una vez en 10 años) y "reestructurar la compañía, lo que significaría un reajuste de plantilla. Pires de Lima dijo también que la privatización de la compañía aérea nacional surge, sin embargo, de "una visión de servicio de TAP al crecimiento de la economía nacional, lo que no es un mal necesario sino un bien mayor."
El ministro de Economía también dijo que "el Gobierno sigue abierto a negociaciones con los sindicatos para integrar las preocupaciones acerca de la privatización”