Washington.- La nave Orion de la Nasa culminó su primer vuelo no tripulado de prueba y tras dar dos vueltas a la Tierra y recorrer más de 96.500 kilómetros, reingresó en la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 32.000 kilómetros y soportando una temperatura de 2.200º C, para amerizar en las aguas del océano Pacífico, en la costa de la Baja California, tal como estaba previsto.
Con ayuda de paracaídas gigantescos, descendió hasta el agua donde buques de la Armada norteamericana aguardaban para rescatarla. Habían pasado poco más de cuatro horas desde su lanzamiento este mediodía desde Cabo Cañaveral, en Florida
La nave guarda en su interior toda la información recogida durante el vuelo y que la Nasa considera decisiva para continuar con el desarrollo del vehículo que habrá de llevar al hombre hasta Marte. Los datos aportados durante la misión influirán en las decisiones de diseño y validación de los modelos informáticos existentes. El vuelo también reducirá los riesgos y los costes de la misión en general para futuros vuelos de Orión.
Para poder alcanzar estos grandes retos, quedan por delante unos años de trabajo en los cuales serán decisivos los datos que se recogerán durante el primer vuelo de prueba de Orión, el cual mostrará el camino a seguir para poder avanzar en futuros vuelos de prueba.