Madrid.- El uso del Pabellón de Estado del aeropuerto madrileño por cada visitante ilustre le ha costado a Aena en los últimos tres años 91.460 euros y el de la Salas de autoridades de Barajas y El Prat 980 euros, según se desprende de la respuesta incompleta del Gobierno a las preguntas del diputado de IU Ricardo Sixto Iglesias.
El Gobierno, que no da “la relación nominal de personas o personalidades que han pasado por el Pabellón de Estado del aeropuerto madrileño y por las Salas de Autoridades de Barajas y de El Prat, como pedía el diputado valenciano, reconoce que desde enero de 2012 al 13 de octubre del presente año los costes del Pabellón de Estado han sido de más de 3 millones de euros para 33 usos y los costes de las Salas de Autoridades de los aeropuertos de Madrid y Barcelona en ese mismo periodo han sido de casi 10,5 millones de euros para un total de 10.000 usos.
Barajas es el único aeropuerto de la red de Aena que posee Pabellón de Estado. Se trata de un edificio situado en el extremo norte de la plataforma de aparcamiento de aviones en la moderna T4 y, conforme al proyecto de su diseñador, el Estudio Lamela, ocupa una superficie de 7.300 metros cuadrados.
Con él “se persigue convertir la ceremonia de recepción de personalidades ilustres en el eje principal del edificio. La tradicional alfombra roja que marca el camino a los visitantes se sustituye por un espacio amplio y lineal que discurre desde el lado aire hasta el aparcamiento, proporcionando transparencia y continuidad a la recepción. La espléndida cubierta textil de geometría tridimensional acoge al viajero al tiempo que protege el espacio principal del sol y la lluvia. Los muros que lo flanquean, revestidos con un tejido de acero, proporcionan protección frente al viento, mientras que la cubierta cóncava de vidrio transparente permite acondicionarlo”, se recoge en la Memoria del citado proyecto.
Desde 2006, una exclusiva terminal de Barajas recibe a monarcas, jefes de Estado y de Gobierno y altas autoridades cuando llegan a Madrid. Su utilización está reservada para aeronaves con consideración de avión de Estado. Aunque el paso de las personalidades por este edificio es breve, éste está dotado de todos los servicios, tanto para los visitantes ilustres como para su séquito: salas privadas, despachos, zonas de espera o incluso una amplia cafetería de diseño moderno. La distancia entre el avión y los coches es mínima y, desde hace cuatro años, dispone también de un doble helipuerto desde donde los helicópteros para uso de los Reyes o visitantes ilustres pueden volar directamente hasta el helipuerto del Palacio de la Zarzuela o de El Pardo.
En cuanto al uso de las "Salas de Autoridades", el sindicato de funcionarios CSIF-Aena se plantea si no se trata de una “puerta abierta al derroche”. A su juicio, “se han usado en el pasado por jugadores de equipos de fútbol muy importantes, cantantes muy conocidas…Esto tiene dos vertientes: el coste de estos servicios VIPs y, por otro, una cosa muy grave: estas personas que pasan por las Salas sabemos que "no llevan" control de equipajes o éste es muy laxo, de modo que se pueden? sacar?/entrar maletas, maletines… Esto no forma parte de la valija diplomática que es inviolable, ¿o sí?… ¿Los pasaportes quién los sella, el "chófer" o el VIP? ¿Ese procedimiento policial es el correcto?”, se pregunta el sindicato de funcionarios.