Mojave.- Tras el accidente de la nave espacial SpaceShiftTwo el pasado viernes durante un vuelo de prueba y en el que uno de los pilotos resultó muerto y el otro gravemente herido,
Virgin Galactic sigue con su programa espacial ensamblando una nueva nave en su factoría en el desierto estadounidense de Mojave.
Aún no se conocen las causas de la reciente tragedia. El presidente de Virgin, Richard Branson, dijo haber llevado a cabo un exhaustivo programa de pruebas durante muchos años, y que la seguridad ha sido siempre su “prioridad número uno”.
Por su parte, el responsable de Virgin Galactic, George Whitesides, explicó que “todo el equipo ha estado trabajando intensamente en la segunda nave. Todos ellos están deseosos de entender lo que pasó y seguir adelante. Creo que la colaboración que tenemos con el personal de investigación es positiva hasta el momento y mi esperanza es que avancemos en los próximos días venideros”.
Las instalaciones de Spaceship Co. han requerido una inversión de 8 millones de dólares en el desierto de Mojave. La planta está al ensamblaje la integración y prueba de las naves espaciales Spaceship Two.
Virgin Galactic espera lanzar su primer vuelo comercial al espacio el año que viene, aunque no han dado fechas concretas. Los billetes para viajar al espacio tiene un precio de 250.000 dólares y la empresa ya tiene más de 700 reservas.
Pero poner una nave en órbita, o incluso un rápido vuelo suborbital, sigue siendo caro y técnicamente difícil. Por eso abundan las dudas sobre la seguridad de los viajes privados al espacio.
Dos naves de las 135 puestas en órbita por el sistema del transbordador espacial de la Nasa entre 1981 y 2011 tuvieron accidentes mortales. Por su parte, el cohete Soyuz ruso ha volado 123 veces, también con dos accidentes mortales. Así que las posibilidades de morir en el accidente de un cohete espacial son de una entre 65.