San Francisco.- Un Boeing 757-200 de la compañía American Airlines, que volaba de San Francisco a Dallas con 184 pasajeros y seis tripulantes a bordo, tuvo que aterrizar de emergencia poco después de despegar, al registrase un fuerte ruido y advertir los pasajeros cómo se desprendían algunos paneles laterales de la cabina.
Tras un cuarto de hora de desconcierto, el piloto decidió regresar al aeropuerto de origen. El avión aterrizó sin problemas y no se registraron daños personales. Un portavoz de la aerolínea confirmó los daños que atribuyó a un posible problema con un conducto de aire.
Según la compañía, no hubo despresurización ni el avión estuvo en peligro en ningún momento. Expertos en seguridad aérea ratificaron esa afirmación y señalaron que, aunque es desconcertante para los pasajeros ver separarse un panel del avión separarse, los paneles no forman parte de su estructura.
Varios pasajeros se percataron del problema a los pocos minutos del despegue. Uno de ellos indicó que el fuselaje se sacudió violentamente y escuchó ruidos provenientes de la parte exterior del avión. Entonces vieron horrorizados cómo los paneles a ambos lados de la cabina se separaban de las paredes. Alguno incluso tomó varias fotos que luego colgó en las redes sociales.
Tras anunciar inicialmente que el vuelo proseguiría a Dallas porque no había problemas de presión en la cabina, el piloto decidió regresar a San Francisco tras ver por sí mismo los paneles dañados.