Madrid.- El Grupo de Trabajo de Ciencia (SWT) de Rosetta, que integra a 130 expertos de toda Europa y EE UU se ha reunido la pasada semana en el Centro Europeo de Astronomía Espacial, de la ESA (ESAC), en Villanueva de la Cañada, en Madrid, para examinar los primeros datos científicos obtenidos por la nave espacial europea.
"Espectacular" e "impresionante" son los términos que usan los miembros del SWT para referirse a los datos científicos que ya está proporcionando esta misión de la ESA. Es la primera vez que este grupo se reúne teniendo ya datos científicos obtenidos por Rosetta después de su llegada al cometa. Pero el ritmo que impone la misión es tan intenso que las ganas de analizarlos con calma tienen que esperar.
Madrid, y más concretamente el ESAC, es la sede del Centro de Operaciones Científicas de esta misión pionera, que se convirtió en agosto en la primera de la historia en colocarse en órbita de un cometa con el objetivo de estudiarlo mientras viaja hacia el sol.
Integran el SWT, además de los responsables de la misión por parte de la ESA, los Investigadores Principales; los responsables de los 11 instrumentos científicos a bordo de la nave y del módulo de aterrizaje Philae; y otros expertos en ciencia cometaria. El grupo lleva reuniéndose periódicamente durante años, pero esta es la primera vez que lo hacen con datos científicos ya proporcionados por la sonda después de su llegada.
“Los instrumentos del orbitador que debían generar ciencia en este fase de la misión ya lo están haciendo”, explica Matt Taylor, jefe científico de Rosetta, de la ESA. El ambiente es de emoción: "Lo que estamos haciendo, los datos que estamos recibiendo… todo es nuevo, nadie lo ha hecho nunca antes, y por ahora lo que vemos es que sí, realmente es tan emocionante como parece. Todos los equipos están trabajando al máximo, 24 horas, siete días a la semana, y vale la pena”.
En la reunión se ha discutido precisamente cómo, cuándo y dónde publicar los resultados preliminares de Rosetta. Será en cualquier caso antes de final de año, dijo Matt Taylor.
Y es que, por mucha demanda que haya, de la comunidad científica y del público en general, la misión está plagada de hitos operacionales que suponen emoción, riesgo y estrés, y, simplemente, hasta ahora “ha habido poco tiempo para analizar en detalle las observaciones”, dice Taylor.
Tras la llegada de Rosetta al cometa, y a medida que los instrumentos de la nave enviaban más y más datos, los científicos e ingenieros han tenido que seleccionar las regiones de la superficies más adecuadas para el aterrizaje de la sonda Philae, que debe engancharse al cometa y analizarlo in situ, un auténtico hito en la exploración espacial. De hecho, este trabajo aún no ha concluido: Rosetta ahora sobrevuela el cometa a solo 20 kilómetros de altura, y los equipos trabajan a toda velocidad para decidir cómo lanzar el módulo, el próximo 12 de noviembre.
Para Laurence O’Rourke, uno de los coordinadores del equipo del Centro de Ciencia de Rosetta en ESAC, “lo más emocionante de esta reunión es la ciencia. Después de haber planificado las observaciones, es increíble ver los resultados presentados por los equipos científicos de los instrumentos. El término que mejor describe el ambiente actual, en cuanto a la ciencia, es espectacular".
Aunque sin analizarlos en detalle, los datos científicos de Rosetta han mostrado, ya para empezar, que el cometa 67P está estructurado en dos lóbulos. También se sabe ahora que está algo más caliente de lo que se esperaba a esta distancia del sol.
Los miembros del Rosetta SWT confirmaron que las delicadísimas maniobras llevadas a cabo por Rosetta en los últimos meses han salido muy bien, y que todos los instrumentos funcionan perfectamente.