Cabo Cañaveral.- Los ingenieros de la Nasa avanzan en los preparativos del primer vuelo de prueba de la nave espacial Orion previsto para el próximo mes de diciembre. Los tres motores principales del Delta IV se ensamblaron en el Edificio de Integración Horizontal (HIF) de ULA en la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral en Florida, desde donde despegará la misión.
Los tres motores ensamblados del cohete Delta IV de la compañía United Launch Alliance (ULA) forman la primera etapa del vehículo de lanzamiento que enviará a Orion lejos de la Tierra para que la Nasa pueda evaluar el funcionamiento de la nave espacial en el espacio.
"El día a día del proceso es realizado por ULA," dijo Merri Anne Stowe, del Programa de Servicios de Lanzamiento de la Nasa. "El papel de la Nasa es echar un vistazo sobre todo y estar allí para ayudar si surge cualquier problema".
Cada cohete tiene 40 metros de largo por 5 de diámetro. Cada uno tiene un motor RS-68 que utiliza un propulsor de hidrógeno líquido y oxígeno líquido que produce más de 297.000 kg. de empuje. En total, los tres propulsores Delta IV generan colectivamente 1.960.000 libras de empuje.
La segunda etapa del cohete Delta IV tiene 13 metros de largo y 5 metros de diámetro. Utiliza un motor RL10-B-2, que también quema de hidrógeno líquido y oxígeno líquido, y cuyo propulsor crea 11.300 kg. de empuje.
Esta misma etapa superior se utilizará en la versión de bloque 1 del nuevo cohete de carga pesada de la NASA, el sistema de lanzamiento espacial (SLS). Más poderoso que cualquier cohete jamás construido, SLS será capaz de enviar seres humanos a bordo de Orion a destinos del espacio profundo, como un asteroide y Marte.
Una vez que todas las etapas del vehículo sean ensambladas y chequeadas a fondo, el siguiente paso será la Revisión de los Preparativos.
El próximo vuelo de prueba utilizará el Delta IV pesado para lanzar a Orión y enviarlo a 5.800 kilómetros de altitud más allá de la superficie de la Tierra. Durante las dos órbitas previstas, una misión de cuatro horas, los ingenieros evaluarán los sistemas críticos para la seguridad de la tripulación, el sistema de interrupción de lanzamiento, el escudo de calor y el sistema de paracaídas. Los datos recogidos durante la misión influirán en las decisiones de diseño y validación de los modelos informáticos existentes. El vuelo también reducirá los riesgos y los costos de la misión en general para futuros vuelos de Orion.
La cápsula volverá a entrar en la atmósfera terrestre a velocidades cercanas a 30.000 kilómetros por hora, generando temperaturas de hasta 2.200 ºC, antes de amerizar en el Océano Pacífico.
La nave Orion, construida por la compañía Lockheed Martin, está diseñado para llevar a los seres humanos más lejos que nunca. La nave espacial será el vehículo de exploración que llevará a los astronautas al espacio y proporcionará un seguro regreso de las misiones en el espacio. Orion actualmente está experimentando el montaje final en el Edificio de Operaciones y Comprobación Neil Armstrong en el Centro Espacial Kennedy.