La Haya.- Los investigadores de la tragedia que causó la muerte de las 298 personas que viajaban en el vuelo MH17 de la compañía Malaysia Airlines MH17 han recuperado piezas de metal en equipajes y cadáveres, lo que fundamenta la teoría de que un misil disparado desde la zona este de Ucrania destrozó el Boeing 777.
El jefe de Fiscalía holandesa Fred Westerbeke, que dirige la investigación internacional sobre la tragedia del pasado 17 de julio, indicó que las pesquisas e indagaciones se centran en la hipótesis de que un misil tierra-aire abatió el avión.
La Junta de Seguridad Holandesa indicó la pasada semana que el Boeing 777 de Malaysia parecía haber sido destrozado por el impacto de un gran número de fragmentos, conclusión provisional que apoya la teoría del derribo por un misil tierra-aire.
Ucrania y los países occidentales acusan a los rebeldes prorrusos de la caída del avión por un misil avanzado, de fabricación rusa. Pero los líderes rebeldes alegan que sus fuerzas no poseen ese tipo de armas.
"Si somos capaces de establecer que estas 25 piezas de metal encontradas en los restos del siniestro provienen de un misil tierra-aire será muy importante, por supuesto. En este momento no sabemos exactamente si ha sido así, pero es lo que estamos investigando”, señalo el jefe de la Fiscalía holandesa.
Los investigadores han visto gravemente obstaculizada su labor por no haber podido ir al lugar del accidente debido a los combates registrados en la zona, aunque hay esperanzas de que el alto el fuego podría permitir un acceso seguro en breve plazo.
Actualmente, la investigación se basa en 500 muestras forenses tomadas de los restos de los cuerpos de las víctimas y los equipajes, así como en datos obtenidos a través de informaciones digitales, incluyendo 350 millones de páginas web.
Patricia Zorko, que dirige un equipo de más de un centenar de policías holandeses que colaboran con investigadores australianos y malasios, dijo que una petición de pistas al público en ruso, ucraniano e inglés se había traducido en 20.000 fotos y 750 vídeos que se prestarán a los fiscales. Una pista clave es una interceptación telefónica, presumiblemente de los separatistas ucranianos discutiendo sobre el derribo del avión, que también está siendo examinada para certificar su autenticidad.