Londres.- Una comisión del Gobierno británico encargada de evaluar las opciones de la ciudad de Londres para ampliar la capacidad de sus aeropuertos rechazó un proyecto para construir una nueva terminal aérea en una isla artificial en el río Támesis.
La iniciativa, propuesta por el consorcio Testrad, fundado por el alcalde londinense, Boris Johnson, implicaba construir en el estuario del río, al este de la ciudad, a unos 74 kilómetros, una zona de gran biodiversidad. El proyecto, conocido como Londos Britannia Airport, tardaría unos siete años en construirse y requeriría una inversión estimada en unos 50.000 millones de euros.
El arquitecto Norman Foster ya había diseñado antes un proyecto similar, también respaldado por el alcalde londinense, para la construcción de un aeropuerto en el estuario del Támesis.
La comisión gubernamental ha concluido que el proyecto de levantar un aeropuerto con cuatro pistas en esta zona acarrearía problemas ambientales muy difíciles de superar.
Un portavoz de la alcaldía respondió que Johnson continuará luchando para que se expandan las operaciones en los dos principales aeropuertos de la ciudad, Heathrow y Gatwick.