Oviedo.- Este miércoles se ha celebrado en Oviedo una Jornada sobre Transparencia en las Industrias Tecnológicas, organizada por TEDAE (Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Aeronáutica, Espacio y Seguridad.
La Jornada ha reunido a representantes de empresas tecnológicas, juristas y miembros de distintas Administraciones relacionadas con esos cuatro sectores industriales. En el acto participaron como ponentes, entre otros, Adolfo Menéndez y Jorge álvarez, presidente y secretario de TEDAE.
El presidente de TEDAE, abordó la transparencia como valor industrial, “un compromiso esencial de la gestión empresarial completamente asumido por la empresas que integran esta Asociación tanto desde una perspectiva local como global”.
Para acotar qué supone ser transparente en la gestión empresarial, Adolfo Menéndez explicó que “para una empresa la claridad es una clave fundamental de su reputación y atañe a aspectos distintos pero conexos como comunicación y marketing, financiación, marca, trazabilidad, competitividad y hasta liderazgo. Si una empresa quiere que se comprenda lo que es, necesita comunicarlo, debe dar a conocer lo que produce y cómo lo hace, necesita también que los financiadores conozcan sus cifras, debe mostrar su responsabilidad social, su buen gobierno y su transparencia, necesita que se conozca qué ayudas administrativas recibe y con qué objetivos”.
Menéndez destacó que la transparencia implica muchas cosas, pero que, resumidas, significa el cumplimiento de la ley. “Los costes de gestión que entraña la transparencia –añadió- es la mejor y más necesaria de las inversiones para ser competitivos. Sólo desde este compromiso es posible exigir el cumplimiento de la ley a los demás y defender la exclusión del mercado de quienes no cumplan las reglas. Ahora bien, la transparencia tiene en esta industria dos límites inevitables: uno derivado de los derechos de propiedad intelectual y otro consecuencia de la legislación de secretos”.
Adolfo Menéndez afirmó que las Asociaciones también están sujetas a las reglas de la transparencia y que la actividad de TEDAE en estos años se ha orientado a ese objetivo de mejorar la transparencia y el buen gobierno en el sector. “Entre otras iniciativas, difundiendo conocimiento sobre la materia en jornadas como la de hoy, con reformas estructurales, renovando nuestro sitio web, inscribiéndonos en el Registro de intereses de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y también en el de la Comisión Europea, trabajando para ofrecer cifras agregadas fiables del sector y dando a conocer nuestra realidad cuando somos requeridos. En todo caso se trata de una tarea siempre inacabada porque nuestra visión de la transparencia no es estática sino dinámica”.
Por su parte, Jorge álvarez, desgranó el concepto jurídico de transparencia y sus distintas expresiones, poniendo de manifiesto que si bien no existe un concepto legal propiamente dicho de transparencia puede decirse que supone que la información y los datos que manejan las diferentes administraciones y poderes públicos constituyen activos que pertenecen a todos los ciudadanos y que han de ser puestos a su disposición de forma rápida, fácil y gratuita. La transparencia , según álvarez, se ha adentrado también en la arena corporativa y en el sector privado implica la emisión de información por parte de una empresa con la intención de que su receptor pueda tomar decisiones adecuadas, lo que exige que la información sea íntegra, exacta, oportuna y distribuida por el mejor canal posible. “La transparencia y el acceso a la información pública permite medir la calidad democrática de un país. Y es una poderosa herramienta para evitar la mala gestión, el despilfarro y la corrupción”.
La jornada concluyó con un debate posterior que condujo a conclusiones importantes, como por ejemplo, que las empresas que integran TEDAE están comprometidas desde siempre con la transparencia no sólo por exigencia regulatoria sino por convicción. Así como también que la transparencia tiene límites derivados de la protección de la propiedad intelectual y de la discreción requerida por los mercados de seguridad y defensa. Que debe ser un estándar legalmente determinado e igual para todos, que no excluya los fijados voluntariamente por cada empresas que fomenten la competitividad y mejoren la marca y la reputación. Así como que la transparencia empresarial debe ser paralela a la de las Administraciones Públicas y que sus reglas debes ser dinámicas pero sin incurrir en variabilidad agotadora que genere riesgo regulatorio.