Washington.- La relevancia del descubrimiento del sistema estelar de Trappist-1 con siete exoplanetas rocosos del tamaño de la Tierra parece depender del lanzamiento del satélite James Webb Space Telescope (JWST), de la Nasa, previsto para el año próximo, según coinciden muchos astrónomos de todo el mundo.
El telescopio espacial JW, considerado sucesor del Hubble de 26 años de antigüedad, se acabó de construir a primeros del pasado mes de noviembre y será lanzado en octubre de 2018 a bordo de un cohete Ariane 5 desde la Guyana Francesa. Es un proyecto conjunto de la Nasa y la Agencia Espacial Canadiense. Proporcionará imágenes de las primeras galaxias jamás formadas y explorará planetas alrededor de estrellas lejanas. Tendrá instrumentación que observe en el infrarrojo y permitirá ver si los planetas ahora descubiertos tienen atmósfera y si se parecen o no a la Tierra.
El sistema recién descubierto planetario por el telescopio Spitzer de la Nasa es aún un enigma para la ciencia, por lo que se necesitan estudios más profundos para saber si puede albergar vida como la conocemos, afirman las investigadoras del Instituto de Astronomía (IA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Leticia Carigi y Yilén Gómez Maqueo.
Ambas aseguraron que aún no se sabe si los planetas tienen agua o atmósfera, algo muy importante resaltar desde el principio del hallazgo. Trappist-1 tiene un sistema con siete planetas rocosos. "Lo importante es que tres de ellos están en la zona habitable. Esto significa que están en un área en donde puede haber agua líquida, si es que esos planetas tuvieran una atmósfera semejante a la de la Tierra", afirma Carigi.
Este hallazgo es importante porque por primera vez se conoce un sistema planetario con sus características. “La emoción de este descubrimiento es que Trappist-1 representa un sistema con planetas del tamaño de la Tierra, es el único que se ha descubierto así y podemos estudiarlo más a fondo con instrumentación del futuro, señala Gómez Maqueo.
El proyecto del JW ha supuesto 8.700 millones de dólares es dirigido por la NASA, pero también recibe apoyo, además de la Agencia Espacial Canadiense, de la Agencia Espacial Europea (ESA) y de empresas del viejo contienente. El espectrógrafo de Infrarrojo Cercano ha sido(NIRSpec) desarrollado y construido por Airbus D&S, y el Instrumento de Infrarrojo Medio (MIRI), construido por un consorcio europeo liderado por dicha empresa, superaron con éxito una campaña de pruebas criogénicas de vacío en el interior del Módulo Integrado de Instrumental Científico (ISIM) del Telescopio Espacial James Webb.