Nueva York.- Las aerolíneas norteamericanas esperan que el presidente electo de EE UU, Donald Trump, rebaje los impuestos, como prometió, según recoge el diario neoyorquino The Wall Street Journal.
“El posible impacto de una rebaja tributaria en los beneficios y los flujos de caja de las aerolíneas es ampliamente positivo”, aunque varía dependiendo de la situación de cada compañía, afirma David Vernon, analista de Sanford C. Bernstein.
Por otro lado, el alza de los precios de combustibles y los costes vuelve a poner a prueba a las compañías aéreas y su capacidad de resistencia. Las aerolíneas estadounidenses han registrado siete años consecutivos de beneficios, el período más prolongado y robusto en una industria que tradicionalmente ha sido muy susceptible a los ciclos de auge y caída.
Aunque nadie prevé una recesión en el futuro cercano y se espera que las aerolíneas sean rentables este año, algunos inversionistas se empiezan a preguntar hasta cuándo puede durar la buena racha, indica el periódico.
El segundo operador estadounidense por tráfico, Delta Air Lines, advirtió que un aumento de los costes reducirá sus beneficios operativos en 2017 frente al sólido 16,5% obtenido el año pasado.
Cowen & Co. redujo las calificaciones de cinco operadores estadounidenses debido a señales de que sus márgenes “se comprimirían según las previsiones” puesto que el crecimiento de los ingresos no compensa las alzas de costes. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA sugirió que los beneficios de las aerolíneas a nivel mundial alcanzaron su cénit en 2016 y caerán este año.
Mientras tanto, las aerolíneas de bajo coste siguen ganando cuota de mercado y el sector aún es vulnerable a sacudidas externas como el terrorismo. Algunos analistas dudan de que las aerolíneas puedan extraer más ingresos con servicios adicionales. En términos reales, las tarifas dentro de EE UU han caído en más de un 25% desde comienzos del siglo.