Madrid.- El fallo del cohete ruso Soyuz-U lanzado este jueves con la nave espacial Progress MS-04 desde el Centro Espacial de Baikonur, en Kazajstán, es el cuarto accidente en el envío de suministros a la Estación Espacial Internacional (ISS) de los ocurridos en los dos últimos años.
Tanto la Nasa norteamericana como la agencia rusa Roscosmos han confirmado que la destrucción de esta nave con más de 2,5 toneladas de suministro no supone riesgo para los seis tripulantes actuales de la ISS, que cuentan con reservas para varios meses, ni afecta al funcionamiento de sus sistemas fundamentales.
El vuelo del Soyuz-U es el cuarto de los lanzamientos de suministros frustrados en dos años. En la anterior ocasión, el 28 de junio de 2015, fue un Falcon 9 de la compañía privada norteamericana SpaceX con una nave Dragon. Entonces la Nasa declaró: “El fallo del lanzamiento de hoy no nos apartará de nuestro ambicioso programa de vuelos espaciales”.
Poco antes, el 28 de abril de 2015, también fracasó el lanzamiento de un cohete ruso Soyuz 2-1A con la nave de carga Progress M-27M, lanzado desde Baikonur. “Debido a problemas técnicos, el Centro de Control de Misión ruso no ha logrado hacer contacto con la nave espacial”, dijo Roscosmos tras el lanzamiento.
Finalmente, un cohete Antares de la empresa privada norteamericana Orbital Sciences, con la nave espacial Cygnus a bordo con destino a la ISS, estalló el 28 de octubre de 2014 durante su lanzamiento desde las instalaciones de la Nasa en la base de Wallops Islands, en Virginia.
El accidente del Progress MS-04 ocurre en un momento crítico debido a que SpaceX, una de las dos compañías estadounidenses que acarrea suministros a la ISS por cuenta de la Nasa,, aún no ha vuelto a reanudar los vuelos después del accidente en la plataforma de lanzamiento el pasado 1 de septiembre.
SpaceX espera la aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA), que supervisa el transporte espacial comercial estadounidense, para lanzar al espacio el próximo día 16 con 10 satélites propiedad de Iridium Communications Inc., según informa Reuters.