Washington.- La Nasa ha dado luz verde a la segunda parte de la misión Curiosity, después de haber conseguido el rover marciano su objetivo principal de averiguar si la región de aterrizaje alguna vez tuvo condiciones ambientales favorables para la vida microbiana, es decir, si alguna vez Marte albergó vida.
La misión Curiosity encontró evidencias de ríos y lagos antiguos, con una fuente de energía química y todos los ingredientes químicos necesarios para la vida tal como la conocemos.
La decisión fue adoptada por la Nasa este verano en base a los planes presentados por el equipo del rover. Nuevas ampliaciones para explorar más arriba en el Monte de Sharp pueden ser consideradas en el futuro.
Después de recoger polvo de roca perforado en lo que sin duda se puede considerar el paisaje más pintoresco jamás visitado por un vehículo en Marte, el laboratorio móvil Curiosity se dirige hacia destinos más altos como parte de la prolongación de su misión de dos años que se inició el pasado sábado. Los destinos incluyen una cresta cubierta con material rico en el mineral hematita de óxido de hierro a unos dos kilómetros y medio de distancia, y un afloramiento rocoso rico en arcilla.
Estos son sitios clave de exploración en la parte inferior del Monte Sharp, donde Curiosity está investigando evidencias de ambientes antiguos, ricos en agua que contrastan con las duras y secas condiciones en la superficie de Marte en la actualidad.
Además, durante estas últimas semanas, Curiosity ha estado tomando cientos de fotos en medio de un grupo de mesetas y colinas de diversas formas. También las imágenes más recientes del rover corresponden a autorretratos captados por la cámara situada en el extremo de su brazo y un panorama escénico de la cámara de color en la parte superior del mástil.