Barcelona.- El CubeCat-2 es el primer nanosatélite catalán puesto en órbita en el espacio. Diseñado y construido por investigadores del grupo de Teledetección del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones y del NanoSat Lab de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).
Lleva a bordo tres experimentos para demostrar la viabilidad de diversas técnicas y tecnologías vinculadas al uso de las señales de los sistemas de navegación por satélite para usos de teledetección y para probar instrumentación para una futura misión de la Agencia Espacial Europea (ESA).
El pasado día 15 tuvo lugar, desde la base china de Jiuquan, el lanzamiento de un cohete LM-2D que puso en órbita, a unos 500 km de altura, tres mini satélites. Uno de ellos es el CubeCat-2, el primer nanosatélite catalán que se pone en órbita en el espacio, que comenzará a realizar diversos ensayos científicos para el uso de las señales de navegación (GPS, Galileo,…) para la observación de la Tierra.
El aparato ha sido construido por el Grupo de Teledetección del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones y del NanoSat Lab de la UPC. Este laboratorio es una iniciativa de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de Barcelona (ETSETB), con el apoyo del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC), y tiene una triple misión: científica, educativa y de servicio, ya que, a diferencia de otros laboratorios de este ámbito, ofrece a empresas e instituciones la posibilidad de calificar los componentes que se quieren enviar al espacio.
Los satélites en miniatura, especialmente los del tipo Cubesat, son sistemas de pequeño volumen de unos 10 centímetros de costado, que pesan entre 1 y 10 kg, pero con las mismas funcionalidades que un satélite convencional. En este sentido, el investigador Adriano Camps, uno de los directores del NanoSat Lab y responsable del CubeCat-2, comenta que estos aparatos permiten “probar cosas en el espacio que nadie ha probado nunca antes, como por ejemplo poner en órbita cargas útiles para hacer experimentos científicos o para analizar el comportamiento de un material o de una tecnología”. Estas cargas útiles se pueden definir, por tanto, como "demostradores tecnológicos" o como “pequeñas misiones científicas”. Una parte de esta tecnología existe en el mercado y tiene un uso tan cotidiano como los chips o los transmisores receptores de comunicaciones sin hilo de los teléfonos móviles.
Concebido para funcionar como una constelación de satélites, el CubeCat-2 es fruto de más de cinco años de trabajo, pese a que los primeros conceptos datan del 2003. Con unos siete kilogramos de peso y unas medidas superiores a un folio (unos 24,4 x 34,5 cm y 10 cm de altura), el proyecto CubeCat-2 ha contado con unos 750.000 euros para demostrar la viabilidad desde el espacio de estas nuevas técnicas y tecnologías que pretenden utilizar las señales emitidas por los satélites de los sistemas de navegación global para la observación de la tierra. Concretamente, la carga útil principal es el reflectómetro PYCARO (P(Y) & C/A ReflectOmeter), que está diseñado para comparar una señal directa procedente de sistemas de navegación por satélite (o GNSS en inglés) como por ejemplo GPS, Glonass, Galileo o Beidou, con la misma señal que se ha reflejado en la Tierra. Por tanto, PYCARO funciona como un radar biestático, o sea, sin emitir señal, sólo captando las que emiten otros sistemas. Mediante esta técnica que se conocer como GNSS-R, se podrán obtener datos de altimetría oceánica, estado del mar y la humedad del terreno, entre otras aplicaciones.
Entre las cargas que transporta el CubeCat-2, se encuentra también el seguidor estelar (star tracker) Mirabilis, desarrollado igualmente por el Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones y del NanoSat Lab de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), y una magnetómetro experimental, desarrollado por el grupo de Astronomía Gravitacional-LISA del Instituto de Ciencias Espaciales (ICE), un centro conjunto del IECC y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para el futuro observatorio espacial de ondas gravitacionales e-LISA de la Agencia Espacial Europea (ESA), de la misión LISA Pathfinder. Mediante esta colaboración, el CubeCat-2 servirá, además, de campo de pruebas en órbita de un instrumento diseñado para una futura misión de la ESA. Además, CubeCat-2 utilizará por primera vez en el espacio el FAPEC, un potente compresor de datos desarrollado por la empresa DAPCOM, una spin-off de la Universidad Politécnica de Cataluña y la Universidad de Barcelona.