Madrid.- El caso Aena y las circunstancias de su salida a bolsa el 11 de febrero de 2015 han sido objeto de estudio en la escuela de negocios IESE -antes conocida como Instituto de Estudios Superiores de la Empresa, dependiente de la Universidad de Navarra- con el original título de “Preparando a la novia para la bolsa”.
El caso a estudiar por los alumnos del IESE aborda, como si se tratara de una ‘despedida de soltera’, de la sorprendente revalorización en poco más de un año de la empresa pública gestora de los aeropuertos españoles que, “partiendo de una deuda de 12.200 millones de euros a finales de 2011 y generando un déficit de caja de 500 millones de euros anuales”, salió a bolsa en febrero de 2015 con un valor de 8.700 millones de euros y poco después ha alcanzado una valoración de casi 20.000 millones de euros tras crecer más de un 120% desde su debut en el mercado bursátil.
El estudio consta de tres “documentos provisionales” elaborados el pasado 22 de mayo por los profesores José Ramón Pin Arboledas y José Luis Suárez y a los que ha tenido acceso este diario. Continuando con el símil casamentero de sus autores, si el primero de los trabajos o documento A lleva el título de “Preparando a la novia para la boda”, los siguientes mantienen la imagen de los esponsales para el estudio del caso Aena. Y así el B se titula “Diseñando el traje de la novia” y concluye el C bajo el rótulo “Confeccionando el vestido y vistiendo a la novia”.
IESE Business School y todas las facultades y escuelas de la Universidad de Navarra son iniciativas corporativas de la Prelatura del Opus Dei. El profesor de Dirección de Personas en las Organizaciones, Pin Arboledas, madrileño de 71 años, es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Valencia e ingeniero Agrónomo por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de esa ciudad, MBA por el IESE y doctor en Sociología y Ciencias Políticas por la Universidad Pontificia de Salamanca. Fue diputado en Cortes por Valencia en 1977 por la Unión de Centro Democrático (UCD), diputado y miembro de la mesa de la Asamblea de Madrid (1983-1987) y concejal del Ayuntamiento de la capital de España (1995-1998).
José Luis Suárez es profesor ordinario del Departamento de Dirección Financiera y director académico del Centro Internacional de Investigación Financiera (CIIF) del IESE. Doctor en Dirección de Empresas por el mismo Instituto, Contador Público Nacional por la Universidad Nacional de Tucumán, Argentina, y licenciado en Administración y Organización por la misma Universidad.
El primero de los documentos se remonta a las postrimerías del Gobierno de Rodríguez Zapatero, su ministro de Fomento, José Blanco, y la situación del control del tráfico aéreo “que siempre fue un nido de conflictos”, asegura el estudio. “En algunos casos los controladores aéreos estiraron tanto la cuerda que el Gobierno anterior tuvo que sustituirlos por personal militar; como consecuencia, se les redujeron los salarios y hubo que buscar un árbitro (un antiguo ministro de Trabajo) para sustituir un convenio colectivo abusivo por un laudo arbitral que redujo la masa salarial y recuperó parte del control organizativo de las manos de los sindicatos”.
“El caos se adueñó de los aeropuertos de Madrid, se cancelaron vuelos y hubo pérdidas millonarias en todo el país. Este recuerdo ha sido incorporado a la cultura de la empresa, de sus sindicatos y de la percepción en la opinión pública, que goza de fama de lucha sindical y que estas luchas inciden en el usuario directo del ciudadano, llegando a paralizar el país”, añade el documento.
Pero lo cierto es que el problema suscitado con los controladores aéreos no afectó a la gestión del nuevo presidente de Aena que ya se encontró esa situación calmada como consecuencia de la publicación en el BOE de distintos Reales Decretos, entre ellos, el de militarización de las torres de control.
En línea con los recursos humanos de Aena, el estudio aborda la situación entonces del personal: “La plantilla estaba sobredimensionada. En 2011 trabajaban 8.760 personas en la compañía, aproximadamente, la mitad eran del grupo D. Era una plantilla acostumbrada a conseguir sus reivindicaciones debido a que sus huelgas tenían efectos en el tráfico aéreo y los responsables políticos negociaban para evitarlas. En 2011 los sindicatos de Aena Aeropuertos (CC.OO., UGT y USO) convocaron 22 días de huelga o paro, incluyendo la Semana Santa, por demandas salariales y aumento de plantilla y en contra de la privatización de la empresa”.
“Además, la compañía estaba afectada por el llamado "déficit de tarifa". Los precios que se cobraban a las poderosas líneas aéreas no cubrían los costes de operación. Algo que se agravaba porque la crisis económica iniciada en 2008 había reducido sustancialmente el tráfico aéreo”.
“José Manuel Vargas debía desarrollar un plan, tomó un folio y empezó a escribir, aunque estaba convencido de que, tan importante como diseñarlo, lo difícil sería llevarlo a cabo. Entre otras cosas había que tener muy claro cuál es el fin a obtener y qué cosas había que conseguir del Gobierno. Vender en bolsa el 60% de la compañía (lo que suponía una verdadera privatización) no era fácil, pero sí ilusionante”, argumenta el estudio. (“A pesar de que el Consejo Consultivo había aprobado la privatización del 60% de la compañía, finalmente el Gobierno decidió aprobar el 49%” aclaraban en otro pasaje de su trabajo).
“Se trataba de convertir un ente enfocado fundamentalmente en el servicio público en una empresa de servicios públicos, regulada, que siguiera enfocada en el mejor servicio a los ciudadanos pero que, a la vez, fuera apetecible al mercado bursátil”.
Esta era la situación, el punto de partida de lo que los autores del documento denominado “Preparando a la novia para la bolsa” califican con un título definitorio: “la novia estaba desmejorada, pero con potencial” (Continuará).