Estambul.- La purga iniciada en Turquía por su presidente, Recep Tayyip Erdogan, tras el reciente golpe de Estado fallido, ha llegado a la compañía aérea más importante del país, Turkish Airlines, que este lunes prescindió de 211 empleados, sospechosos de estar vinculados con la organización del predicador exiliado en EE UU, Fethullah Gülen.
Según un comunicado de la aerolínea, los despidos se han producido en "defensa de la democracia" y la necesidad de "apartar a los traidores". El Gobierno turco considera a Gülen como el cerebro intelectual de la intentona golpista.
La purga de la compañía aérea alcanza tanto a personal directivo, como a pilotos y tripulantes de cabina.
Los seguidores del predicador Gulen son abundantes en Turquía y están presentes en cada institución y empresa del país. Si bien practican la religión islámica, pretenden que el país continúe siendo laico, como lo ideó Mustafa Ataturk hace casi un siglo.
Entre las razones esgrimidas por la compañía aérea para justificar los despidos figura “el incumplimiento con los estándares de performance" de la empresa y por las "medidas necesarias" que Turkish estaba tomando contra el movimiento contrario al régimen de Erdogan.
La aerolínea añadió que estaba en sintonía con lo dispuesto por Ankara para "terminar con los intentos malevolentes e ilegales".