Washington.- El mes de julio siempre es propicio para evaluar los resultados de las exploración espacial norteamericana y el futuro de la misma, según indica la Nasa. Los próximos pasos de la agencia espacial norteamericana supondrán un salto gigante para la Humanidad.
Este año, el 20 de julio marca el 40 aniversario de sonda marciana Viking, que en 1976 se convirtió en la primera nave espacial en aterrizar en Marte. Y siete años antes de la asombrosa hazaña de Viking, el hombre pisó por vez primera la Luna, cuando Neil Armstrong y Buzz Aldrin lograron fijar el módulo lunar águila del Apolo 11 en el Mar de la Tranquilidad de la Luna.
Estos hitos innovadores comparten algo más que una fecha en el calendario. Comparten el legado de la curiosidad científica, el desarrollo tecnológico y sorprendentes obras de ingeniería que están impulsando el viaje actual a Marte.
Hoy día, la flota de orbitadores y rovers están estudiando Marte, mientras que los astronautas de la Nasa en la Estación Espacial Internacional (ISS) están aprendiendo a vivir fuera de la Tierra por períodos más largos de tiempo.
Al mismo tiempo, científicos y técnicos norteamericanos están trabajando duro para desarrollar el hardware y las nuevas tecnologías que llevarán al hombre lejos de la Tierra, donde jamás consiguió llegar antes, incluyendo la nave espacial Orión y el Space Launch System (SLS), el cohete más potente jamás construido.
Remedando a Neil Armstrong, los próximos pasos para la Nasa son el siguiente salto gigante para la Humanidad. Enviar al hombre a Marte en la década de 2030 será la culminación de una larga serie de pequeños pasos, algunos de los cuales están teniendo lugar este verano.