París.- En los próximos 20 años la demanda de transporte aéreo requerirá 38.000 nuevos aviones, confiesa al diario francés Le Figaro Dennis Muilenburg, presidente de Boeing, la empresa constructora aeronáutica norteamericana creada por un ciudadano de origen alemán que el día 15 de julio celebra su centenario.
“Para hacer frente a este reto, tenemos la intención de aumentar nuestras entregas de los 750 aviones en 2016 a más de 900 dentro de cinco años”, anuncia Muilenburg, quien reconoce que, además de cumplir con los pedidos de las compañías aéreas, su empresa ha de dar el paso a la tecnología digital.
Para Boeing, este año marca un hito de celebración sin precedentes, culminando el próximo 15 de julio en que se cumple el centenario del nacimiento de la empresa. Para comunicar al mundo esta trayectoria humana, tecnológica e industrial, el grupo ha multiplicado los acontecimientos, incluyendo la exposición digital itinerante “Boeing Above & Beyond”, durante este verano hasta finales de agosto. También aprovechará el Salón Aeroespacial de Farnboroug, a mediados del mes próximo, para mantener su leyenda en su pabellón del Centenario.
Todo comenzó en 1881 con el nacimiento en Alemania, de Wilhelm Böing, nombre que fue traducido al americano como William Boeing, cuando sus padres emigraron a los Estados Unidos. Hoy, que aún existe el pequeño pueblo natal alemán de Böing, el nombre de Boeing es conocido en todo el mundo.
Gracias al genio de su fundador, el constructor aeroespacial ha sido pionero con las famosas familias de aviones 707, 747, 737 y 787 y en el espacio (sonda lunar, Apolo, GPS). Sobreviviendo al movimiento de concentración que se extendió por la industria aeronáutica norteamericana en la década de 1990, Boeing mantiene el liderazgo aeroespacial mundial junto con su rival europeo Airbus.
Muilenburg considera un gran honor presidir Boeing. “Mido el valor de la experiencia adquirida a lo largo de los últimos treinta años dentro de la empresa. Ser el CEO de una compañía centenaria inspira humildad y energía. Siento el peso sobre los hombros de mis antecesores. A través del trabajo duro, la creatividad, la determinación, se construyó el primer negocio aeroespacial mundial. Ellos cambiaron el curso de la historia. Es un gran privilegio dirigir Boeing”, dice.