Sevilla.- La capital andaluza ha recibido a primeras horas de esta mañana en su aeropuerto Internacional de San Pablo al avión Solar Impulse 2 (Si2) pilotado por Bertrand Piccard, procedente de Nueva York en el primer vuelo transatlántico, eléctrico, solar y cero emisiones, culminando así la primera vuelta al mundo en un avión sin consumir combustible.
El avión, que vuela únicamente con energía solar, ha aterrizado en Sevilla a las 07.38, tras cruzar el Atlántico Norte y superar una de las etapas más difíciles de su gira alrededor del mundo.
Tras el aterrizaje del Si2 y el desembarque de su piloto, promotor y presidente de la aventura, junto con André Borschberg, cofundador y director de la empresa, comparecerán ambos pioneros ante los medios informativos en rueda de prensa.
Si2 es una amalgama de tecnología ecológica, un verdadero laboratorio volante. Es un avión monoplaza realizado en fibra de carbono, con 72 metros de envergadura (mayor que un Boeing 747), y con un peso de 2.300 kilos (equivalentes a un coche familiar en vacío).
Las 17.248 células solares desplegadas sobre sus alas, y las cuatro baterías (de 13,5 kW / 17,17,5 CV cada una) que almacenan la energía solar, propulsan las hélices únicamente con energía limpia.
El avión es capaz, por tanto de ahorrar una considerable cantidad de energía durante el día, que puede usar durante la noche, gracias a sus baterías. Al no necesitar energías basadas en las fuentes fósiles, el Si2 tiene una autonomía de vuelo ilimitada: teóricamente, Si2 podría volar indefinidamente, ya que sólo estaría limitado por la resistencia física del piloto.
La travesía del Atlántico del Si2 se inició en la madrugada del pasado lunes desde el aeropuerto JFK en Nueva York. El vuelo hasta España se estimaba que tenga una duración de entre aproximadamente 90 horas y 110 horas, lo que representa la distancia más larga que ha tenido que volar este año
La capital andaluza espera esta madrugada el aterrizaje en su aeropuerto Internacional de San Pablo del avión Solar Impulse 2 (Si2) pilotado por Bertrand Piccard entre las 4 y las 7 horas, procedente de Nueva York en el primer vuelo transatlántico, eléctrico, solar y cero emisiones, culminando asó la primera vuelta al mundo en un avión sin consumir combustible.
Tras el aterrizaje del Si2 y el desembarque de su piloto, promotor y presidente de la aventura, junto con André Borschberg, cofundador y director de la empresa, comparecerán ambos pioneros ante los medios informativos en rueda de prensa.
Si2 es una amalgama de tecnología ecológica, un verdadero laboratorio volante. Es un avión monoplaza realizado en fibra de carbono, con 72 metros de envergadura (mayor que un Boeing 747), y con un peso de 2.300 kilos (equivalentes a un coche familiar en vacío).
Las 17.248 células solares desplegadas sobre sus alas, y las cuatro baterías (de 13,5 kW / 17,17,5 CV cada una) que almacenan la energía solar, propulsan las hélices únicamente con energía limpia.
El avión es capaz, por tanto de ahorrar una considerable cantidad de energía durante el día, que puede usar durante la noche, gracias a sus baterías. Al no necesitar energías basadas en las fuentes fósiles, el Si2 tiene una autonomía de vuelo ilimitada: teóricamente, Si2 podría volar indefinidamente, ya que sólo estaría limitado por la resistencia física del piloto.
La travesía del Atlántico del Si2 se inició en la madrugada del pasado lunes desde el aeropuerto JFK en Nueva York. El vuelo hasta España se estimaba que tenga una duración de entre aproximadamente 90 horas y 110 horas, lo que representa la distancia más larga que ha tenido que volar este año.