París.- Mars Express, la primera misión en Marte de la Agencia Espacial Europea (ESA), que fue lanzada ahora hace trece años, ofrecerá una inestimable ayuda a la segunda misión, ExoMars, compuesta por el satélite para el estudio de Gases Traza (TGO) y el módulo demostrador de entrada, descenso y aterrizaje Schiaparelli, que llegarán al Planeta Rojo el 19 de octubre.
Mars Express fue lanzada el 2 de junio de 2003 desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, a bordo de un cohete Soyuz con el propulsor Fregat. La nave constaba de dos partes: el Mars Express Orbiter y el Beagle 2, un aterrizador diseñado para investigar exobiología y geoquímica en la superficie marciana. El Beagle 2 falló al intentar aterrizar en la superficie de Marte, pero el orbitador ha estado realizando investigaciones científicas satisfactoriamente desde entonces.
El pasado mes de marzo, Roscosmos y la ESA lanzaron la misión ExoMars, integrada por el satélite TGO y el módulo Schiaparelli, que llegarán a Marte en octubre. Una vez en órbita, el TGO comenzará su misión: analizar los gases raros en la atmósfera del planeta, y especialmente el metano, que en la Tierra indica procesos geológicos o biológicos en activo. Entretanto, Schiaparelli se encargará de demostrar la tecnología necesaria para realizar un aterrizaje controlado. Pero primero tienen que llegar a Marte, y ahí es donde Mars Express tendrá que colaborar.
El próximo 16 de octubre, Schiaparelli se separará del TGO y, tres días después, efectuará el procedimiento de descenso y aterrizaje, al mismo tiempo que el satélite entrará en órbita. El día del aterrizaje, Mars Express, que lleva proporcionando datos científicos de gran calidad desde 2003, grabará las señales de Schiaparelli que permitirán al control de la misión confirmar su correcto aterrizaje y, a continuación, reconstruir la trayectoria de su descenso.
“Para ello se empleará el sistema de comunicaciones Melacom de Mars Express, desarrollado originalmente para la comunicación con la sonda Beagle 2 y los vehículos de la Nasa”, explica James Godfrey, responsable adjunto de operaciones de la nave Mars Express. “Esto permitirá a Mars Express detectar y registrar los eventos clave del descenso de Schiaparelli, como su entrada en la atmósfera, el despliegue del paracaídas, el desprendimiento del escudo térmico, el contacto y el comienzo de sus operaciones en superficie”.
La órbita de Mars Express ya se ajustó en febrero, por lo que se encontrará en la parte adecuada del cielo marciano para ‘escuchar’ las señales transmitidas directamente desde Schiaparelli durante su descenso.
El 19 de octubre, unos 80 minutos antes del aterrizaje, Schiaparelli despertará y, a los pocos minutos, comenzará a transmitir una señal baliza. Mars Express ya habrá orientado la pequeña antena de Melacom al punto por encima del planeta por donde aparecerá Schiaparelli y comenzará a registrar la señal baliza, rotando continuamente para seguir la trayectoria de descenso del módulo.
“La grabación se prolongará durante la fase de contacto y los primeros quince minutos de operación en superficie, tras lo cual Schiaparelli se desconectará y Mars Express dejará de grabar”, aclara Simon Wood, ingeniero de operaciones de la nave Mars Express.
“A continuación, Mars Express apuntará su antena principal hacia la Tierra y comenzará a descargar los datos grabados, que contendrán la primera confirmación in-situ de la llegada y el aterrizaje de Schiaparelli en Marte”.
El software del sistema de comunicaciones Melacom de Mars Express fue actualizado recientemente para que resulte compatible con el transmisor del módulo Schiaparelli. El pasado día 15, Melacom se probó durante un pase del vehículo explorador Curiosity de la Nasa, que transmitió una señal similar a la de Schiaparelli.