ámsterdam.- El Equipo Conjunto (JIT) que investiga el derribo del Boeing 777 de la compañía Malaysia Airlines con 298 personas a bordo, ocurrido el 17 de julio de 2014 en la región ucraniana de Donetsk, reconoce en un nuevo informe que carece de la experiencia adecuada para analizar un caso de esta magnitud.
La Fiscalía holandesa ha hecho público un nuevo informe provisional en el que señala que “durante casi dos años hemos estado trabajando en la investigación criminal sobre el accidente del vuelo MH17. Un largo período en el que, con un gran equipo, hicimos todo lo posible para averiguar la verdad sobre la causa del accidente. El objetivo sigue siendo llevar a los responsables ante la justicia”.
“Con este informe -dice el fiscal general holandés, Fred Westerbeke, coordinador del JIT- me gustaría ofrecer una visión más clara de la investigación criminal, puesto que recibimos un montón de preguntas sobre la misma: ¿Qué pasa con la investigación?, ¿quiénes trabajan en ella?¿Cómo es la cooperación entre los diferentes países?”
El informe se centra en una serie de aspectos importantes de la investigación, tales como la parte florense y el estudio del arma. Además, se indica cómo se organiza la investigación, la cooperación dentro del equipo conjunto de expertos formado por investigadores de Holanda, Bélgica, Australia, Malasia y Ucrania, así como la Oficina de Campo en Kiev.
El CIJ alude en su informe a las enormes dificultades de la investigación: “Once contenedores, atestados con restos del avión siniestrado, ese es el pajar donde los investigadores forenses en Gilze-Rijen, Base de la Fuerza Aérea, tienen que buscar a través de todo. Además de esto, hay piezas de aviones pesados, algunas pueden pesar hasta 6.000 kilos… Y todo tiene que pasar a través de sus manos por lo menos cinco veces con el fin de localizar piezas cruciales de prueba”.
A propósito de la investigación sobre el arma utilizada, se sabe dónde y cuando se produjo el siniestro, pero las demás preguntas requieren una investigación intensiva, de acuerdo con Gerrit Thiry, el jefe de equipo, y Susanne Huiberts ,especialista operativa del Servicio Criminal.
La complicación más importante: la escena del crimen se encuentra en una zona de guerra. Para la investigación forense los investigadores policiales están obligados a limitarse a sólo el material que fue traído de Ucrania a los Países Bajos: escombros, muestras de suelo y otros materiales.