Venecia.- El arquitecto británico Norman Foster presentó el jueves en la XV Bienal de Venecia su proyecto de aeropuerto de drones ideado para su construcción en Ruanda y con el que rinde su particular homenaje al arquitecto valenciano del siglo XIX Rafael Guastavino Moreno.
Foster descubrió la maqueta a escala real de la cúpula tabicada, realizada con ayuda del bovedista español Carlos Martínez, especialista en yeserías mudéjares y barrocas. El hecho de haber elegido a la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) para hacer otra maqueta menor de sus bóvedas, reconoce el invento del arquitecto valenciano al que Oriol Bohigas describió como el primero y más internacional de los arquitectos españoles.
Rafael Guastavino Moreno nació en valencia en 1842 y desarrolló gran parte de su actividad profesional como arquitecto en los EE UU, donde difundió un sistema constructivo de bóvedas de su invención. Murió en Baltimore en 1908.
La Fundación Norman Foster, con sede en Madrid, formuló el pasado mes de octubre sus propuestas para la construcción en áfrica, y más concretamente en Ruanda, del primer aeropuerto del mundo destinado a drones de carga -droneports- capaces de transportar suministros urgentes e imprescindibles a zonas remotas y difícilmente accesibles.
La propuesta es crear una red de droneports para entregar suministros médicos y otros artículos de primera necesidad a zonas de áfrica que son de difícil acceso debido a la falta de carreteras u otras infraestructuras. Se pretende que todas las ciudades pequeñas en áfrica y en otras economías emergentes tengan su propio droneport para el año 2030.
El proyecto, que será lanzado este año, tiene su base en Ruanda, país cuya geografía física y social plantea múltiples desafíos. El plan inicial de tres edificios, que se completará en 2020, permitirá a la red de aeropuertos de drones el envío de suministros a un 44% del país.