Valencia.- El proyecto Mars UPV, desarrollado por alumnos, titulados y profesores de la Universitat Politécnica de Valencia (UPV), ha sido seleccionado como finalista del International Space Apps Challenge, el concurso de aplicaciones para el espacio de la Nasa.
Mars UPV es un trabajo que combina tres ideas revolucionarias: un exoesqueleto inteligente, una mochila propulsora y un casco de realidad aumentada (HUD). El prototipo ha sido elegido por el jurado como Mejor Uso de Hardware, junto con otras cuatro propuestas de Inglaterra, Francia, Bulgaria y Argentina.
La fase local del Space Apps Challenge 2016 se celebró del 22 al 24 de abril simultáneamente en 193 ciudades de 72 países y giró en torno a seis grandes áreas temáticas relacionadas con las misiones espaciales: la aeronáutica, la Tierra, la Estación Espacial Internacional (ISS), viaje a Marte, Sistema Solar y más allá, y la tecnología espacial.
En total, se presentaron 1.286 equipos (cerca de 15.000 participantes de todo el mundo) que propusieron soluciones innovadoras para los retos planteados por la Nasa. De todos ellos, solo 5 equipos por cada categoría han pasado a la ronda final.
En su construcción, ha intervenido activamente hasta casi una veintena de miembros de la UPV: 15 son alumnos de grado y posgrado y titulados (integrantes todos ellos de la comunidad Makers UPV) y 3 son investigadores del Instituto Universitario CMT-Motores Térmicos. Luis Miguel García-Cuevas, profesor del Grado en Ingeniería Aeroespacial y miembro del Instituto CMT, explica la idea: "Hemos presentado un sistema de transporte personal para Marte que utiliza los recursos naturales que se pueden encontrar en el planeta rojo. El jetpack se compone de una mochila con depósitos de combustible y oxidante, y unas toberas propulsivas que permiten desplazarse de un lado a otro de la superficie de un planeta".
"Fundamentalmente, hemos trabajado en el análisis de la misión, el desarrollo teórico, el diseño de la mochila, la obtención de recursos en Marte, las imágenes 3D de todas las piezas, y el sistema de realidad aumentada que utiliza el astronauta para obtener información del terreno", añade García-Cuevas.
Germán Torres, ingeniero aeronáutico y coordinador del proyecto, comenta la sensación que produce un resultado como este. "Estar ahí ya es una recompensa muy grande. Supone todo un reconocimiento al esfuerzo realizado -no solo, pero sí muy especialmente- durante el fin de semana de la competición: dos días sin dormir, jornadas muy duras, con mucho estrés y tensión. Si sale bien, te llevas una satisfacción enorme."
"Hemos conseguido un demostrador que puede ser utilizado para el entrenamiento de astronautas. Ahora mismo no sirve para volar pero sí es útil para familiarizarse con el panel de control y demás herramientas. El prototipo que presentamos lleva detrás un estudio teórico y técnico importante que asegura que el equipamiento es viable", concluye Germán Torres.
La Nasa hará público el nombre de los ganadores al principio de la semana que viene. El premio consiste en una visita a Cabo Cañaveral, para visitar las instalaciones de la Nasa, mantener encuentros con astronautas e ingenieros, y presenciar en directo el despegue de una misión.