Washington.- El constructor aeroespacial norteamericano Boeing ha retrasado el primer vuelo tripulado de su vehículo comercial CST-100 Starliner a febrero de 2018, debido a una serie de cuestiones técnicas y los nuevos requisitos que, según la empresa, son típicos en un programa de desarrollo de la industria aeroespacial.
“El desarrollo actual del programa -dijo la semana pasada la portavoz de Boeing, Rebecca Regan-, ha recomendado el aplazamiento del lanzamiento de la nave espacial prevista para octubre del año próximo al que seguiría un vuelo de prueba orbital no tripulado dos meses más tarde. El primer vuelo tripulado por un astronauta de la Nasa y un piloto de Boeing a la Estación Espacial Internacional (ISS) ha sido ahora programado para febrero de 2018”.
Ese vuelo se producirán varios meses más tarde de lo que Boeing y la Nasa habían planificado previamente. Una documentación gráfica de la Nasa en la que se fijaron los contratos para este programa en noviembre de 2015 se establecía el vuelo de prueba no tripulado del CST-100 de Boeing para junio de 2017 y el vuelo de prueba tripulado en octubre de 2017.
La portavoz de Boeing añadió que este aplazamiento se debe a la reducción de la masa de la nave espacial, problemas con el lanzamiento y ascenso a bordo de un Atlas 5 y requisitos de software adicionales.