Bruselas.- La Comisión Europea ha propuesto esta semana una Recomendación, sobre la cual deberá tomar una decisión el Consejo, con el fin de ampliar los controles proporcionados en determinadas fronteras interiores de Schengen y, más concretamente, en Alemania, Austria, Suecia, Dinamarca y Noruega, durante un período máximo de seis meses.
Estos países ya han aprobado medidas nacionales para responder a la amenaza que suponen para el orden público y la seguridad interior los movimientos secundarios de inmigrantes irregulares. El proyecto de Recomendación presentado propone ampliar estas medidas, en consonancia con el Código de fronteras Schengen, ya que, a pesar de los progresos significativos realizados por Grecia, no todas las deficiencias graves detectadas han podido ser subsanadas de manera adecuada y global dentro del plazo de tres meses.
Frans Timmermans, vicepresidente primero, ha declarado: “mientras subsistan las graves deficiencias en la gestión de las fronteras, deben mantenerse algunas medidas de control en las fronteras interiores. Contamos con una hoja de ruta clara para la vuelta a un funcionamiento normal del espacio Schengen para finales de año y hay que conseguirlo de manera ordenada. Preservamos Schengen mediante la aplicación de Schengen”.
El comisario de Migración y Asuntos de Interior, Dimitris Avramopoulos, indicó: “Schengen constituye uno de los mayores logros de la Unión Europea y nuestra ambición última, e inalterada a lo largo del tiempo, es restablecer la normalidad en el espacio Schengen. Entretanto, como seguimos enfrentándonos a deficiencias en las fronteras exteriores, esto nos obliga a tomar medidas temporales para permitir la prolongación de los controles en las fronteras interiores con carácter excepcional. Grecia, en particular, al igual que los países situados a lo largo de la ruta de los Balcanes Occidentales, acogen todavía a un gran número de solicitantes de asilo y migrantes en situación irregular que pueden representar un riesgo de movimientos secundarios. Grecia ha avanzado considerablemente y va por el buen camino, y la Comisión Europea presta continuamente un apoyo global a las autoridades griegas”.
Desde que la evaluación de Schengen de noviembre de 2015 detectara graves deficiencias en la gestión de la frontera exterior de Grecia, se han logrado avances significativos en la respuesta a muchas de las cuestiones, en particular gracias a la considerable mejora del proceso de registro de los migrantes irregulares, tanto en términos de equipamiento como de recursos humanos. La aplicación inicial del Acuerdo entre la UE y Turquía junto con las operaciones actualmente en curso de la OTAN y Frontex también han dado lugar a un fuerte descenso en el número de migrantes irregulares y solicitantes de asilo que cruzan el mar Egeo hacia Grecia.
Sin embargo, en la actualidad, las conclusiones de la Comisión, basadas también en una visita de evaluación Schengen a Grecia del 10 al 16 de abril, muestran que, debido a algunas deficiencias persistentes, todavía existe un riesgo importante de movimientos secundarios que ha llevado a varios Estados miembros a restablecer temporalmente los controles en las fronteras interiores. Por otro lado, la sostenibilidad de la drástica reducción del número registrado en las últimas semanas está aún pendiente de confirmación.
Por lo tanto, el funcionamiento general del espacio Schengen sigue estando en peligro y, por consiguiente, sobre la base de la información de que dispone, la Comisión ha propuesto al Consejo que adopte una Recomendación dirigida a los Estados miembros que actualmente realizan los controles en las fronteras interiores, invitándoles a seguir llevando a cabo controles específicos y puntuales en determinadas fronteras durante un período limitado de seis meses con el fin de resolver la grave amenaza identificada. Estos Estados miembros deben, durante ese período, someter los controles a revisión periódica y adaptarlos al nivel de amenaza identificada.
Concretamente, la Comisión propone que el Consejo recomiende a cinco países que mantengan los siguientes controles en las fronteras interiores durante un período adicional de seis meses:
Austria, en la frontera terrestre entre Austria y Hungría y en la frontera terrestre entre Austria y Eslovenia;
Alemania, en la frontera terrestre entre Alemania y Austria;
Dinamarca, en los puertos daneses con enlaces de transbordador con Alemania y en la frontera terrestre entre Alemania y Dinamarca;
Suecia, en los puertos suecos en la región policial sur y oeste y en el puente de öresund;
Noruega, en los puertos noruegos con enlaces de transbordador con Dinamarca, Alemania y Suecia.
Estas medidas, previstas en el Código de fronteras Schengen, actúan como salvaguardia para el funcionamiento general del espacio sin controles en las fronteras interiores. El objetivo de la Comisión es volver a un funcionamiento normal del espacio Schengen y a suprimir los controles en las fronteras interiores para finales de 2016, en consonancia con lo recogido en la Hoja de ruta «De vuelta a Schengen».