Hawai.- Solar Impulse 2 reanudó este jueves su vuelta al mundo sin usar combustible, despegando desde el archipiélago estadounidense de Hawai, en el Pacífico, hacia el aeropuerto Moffett, en Mountain View, California, tras 62 horas de vuelo, pilotado por el suizo Bertrand Piccard e impulsada por sus miles de células fotovoltaicas.
Un total de 17.248 células solares, que recubren el ala principal, fuselaje y empenaje, alimentan la batería de cuatro iones de litio, que a su vez alimentan los cuatro motores y hélices, permitiendo a Si2 volar durante la noche.
"Durante mi vuelta al mundo en globo en 1999, los siete días que pasé sobre el Pacífico fueron a la vez los más difíciles y los más emocionantes", dijo Bertrand Piccard, promotor y presidente de Solar Impulse. Ahora, a los mandos del avión solar, ha dicho: "Con Solar Impulse, espero que el vuelo dure tres días, pero en esta ocasión voy solo en la cabina; la emoción del viaje será igual de intensa. Todas las mañanas, con la misma incertidumbre acerca del nivel de energía que queda en las baterías. Luego el sol se levanta a lo largo de un círculo virtuoso del vuelo perpetuo".
La travesía sobre el Pacífico por el Si2 no sólo marcará un hito en la historia de la aviación, sino también en la de las energías renovables. "El año pasado demostramos que Solar Impulse, el avión, la tecnología, el ser humano, fueron capaces de volar durante cinco días y cinco noches” dice André Borschberg, CEO y piloto de Solar Impulse. "Ahora continuaremos nuestra vuelta al mundo y demostraremos que estas tecnologías pueden ser utilizadas no sólo en el cielo, sino también en la tierra. Con este objetivo Bertrand inició el proyecto y estoy animado por el hecho que él está a punto de experimentar: volar durante días y noches sin una gota de combustible".
Ambos se turnan a los mandos del Si2 durante esta vuelta al mundo, pero cada uno de ellos juegan un papel distinto en el proyecto; Piccard aporta su visión, la filosofía y el mensaje político del proyecto y con su socio la financiación de la aventura. Borschberg, por su parte, formó el equipo que diseñó y construyó Si2 y está trabajando para convertir las innovaciones tecnológicas de la nuevas soluciones de ingeniería aeonáutica. Juntos, los dos pioneros suizos intentan dar la primera vuelta al mundo en un avión solar sin ningún tipo de combustible, con el objetivo de apoyar acciones concretas en favor del desarrollo sostenible y para demostrar que el mundo puede seguir girando con tecnologías limpias.
Tras alcanzar California, la siguiente etapa del Solar Impulse 2 será cruzar el país y llegar a Nueva York, donde se preparará la travesía para cruzar el Atlántico.