Madrid.- El negocio de los drones representará el 10% del mercado aeronáutico en 10 años, según estima la Comisión Europea, indicó ayer la directora de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), Isabel Maestre, en la inauguración de la primera edición del Drone Industry Summit Madrid.
La industria de los drones abre cada día un sinnúmero de oportunidades para las empresas, administraciones públicas y para la sociedad en general, al ser un sector con un elevado crecimiento y potencial tanto en España como en el mundo. Esta fue una de las principales conclusiones alcanzadas en el Drone Industry Summit organizado en Madrid por la consultora de comunicación, reputación y asuntos públicos Kreab, en colaboración con ESADE y patrocinado por Indra.
Maestre destacó que la industria de drones en España ha crecido en los primeros 20 meses de normativa con 1.249 operadores y 2.241 aparatos registrados en la AESA. Se han autorizado 71 vuelos de prueba, demostración o investigación, hay 65 escuelas ATOS autorizadas para impartir los cursos de pilotos de drones, además de 89 organismos entre operadores y fabricantes que imparten formación práctica.
Nuestro país, dijo Maestre, está teniendo un crecimiento exponencial gracias a la entrada en vigor de la normativa que regula el uso de este tipo de aeronaves dirigidas por control remoto y que han permitido el desarrollo en condiciones de seguridad de este sector tecnológicamente puntero y emergente.
El evento contó con la participación de importantes empresas del sector e instituciones públicas claves del país, quienes analizaron la situación, los retos y las oportunidades que los drones representan. Asimismo, se debatió sobre los nuevos modelos de negocio que están surgiendo gracias a esta tecnología.
Por su parte, Jaime Olmos, Partner en Public Affairs de Kreab, apuntó que “éste es un sector nuevo y de mucho atractivo que ya mueve alrededor de 15.000 millones de dólares a nivel global”. Dado el exponencial desarrollo de esta industria en los últimos años, para 2016 “se espera que los drones se posicionen como una de las mayores tendencias tecnológicas en el mundo”, añadió.
Otro inciso importante en el desarrollo de esta actividad es la colaboración entre las instituciones públicas y la empresa privada. Manuel Oñate, director general de EuroUSC España, comentó que “ante el nuevo escenario legislativo, es imprescindible que ambos actores mantengan una conversación continua y cercana sobre la situación del sector y encuentren vías de colaboración que impulse el negocio en el país”.
Un ejemplo de esta relación público-privada es el proyecto Civil UAVs Initiative de la Xunta de Galicia, con Indra e Inaer como socios. “El modelo de los UAVs existe desde hace décadas, aunque no en España. Puede que sea complicado entrar en algunos nichos pero el tren no se ha perdido”, indicó Francisco Javier Barcala, gerente comercial de la división de Vehículos Aéreos de Indra. Uno de los retos a los que se enfrentan las empresas es el complejo panorama regulatorio. “Contar con corredores aéreos segregados que permitan los vuelos aéreos es nuestro actual desafío”, aseveró Barcala.
Otro problema de la industria es la seguridad y la protección de datos. Para Emilio Aced Félez, jefe de área de la Unidad de Evaluación y Estudios Tecnológicos de la Agencia Española de Protección de Datos, “la aceptación de la tecnología está vinculada con la confianza de las personas. Si no se obtiene lo segundo, se producirá un rechazo público”. En ese mismo sentido, el director afirmó que “los derechos humanos son un prerrequisito para el avance de la tecnología y no un freno para su avance”.
En este sentido, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez Vázquez, recordó con algunos ejemplos recientes que “el uso malintencionado o criminal de los drones supone un gran riesgo para la sociedad, cuando son utilizados en áreas como el terrorismo, crimen organizado, acciones en contra de las infraestructuras críticas y oficiales, espionaje o en la invasión de la seguridad”.
Sin embargo, aunque la industria de los drones presenta grandes retos y elementos que requieren un mayor desarrollo, no hay dudas de su potencial y de las oportunidades de negocio que representa. “El uso de drones de forma oficial está empezando a cristalizarse. Estamos ante una revolución tecnológica que va a tener un importante impacto en nuestra sociedad”, manifestó Jaime Guillot, CEO de DroneSpain.