Washington.- El módulo hinchable BEAM (Bigelow Expandable Activity Module) fue instalado con éxito, como estaba previsto, el pasado sábado en la Estación Espacial Internacional (ISS). En el momento de la instalación, la estación espacial volaba sobre el sur del océano Pacífico Sur.
El brazo robótico de la estación, controlado por los ingenieros desde la Tierra, extrajo el módulo hinchable de la parte trasera de la nave de carga Dragon y la adosó al módulo Tranquility del laboratorio orbital.
El módulo BEAM pasará dos años en la estación espacial para demostrar la solvencia del nuevo diseño de futuros habitáculos espaciales que orbiten alrededor de los laboratorios de investigación y expediciones al espacio lejano.
La Nasa está investigando diseños de hábitats que puedan ser ocupados por los astronautas durante la exploración espacial. Los habitáculos hinchables constituyen un diseño en estudio que requieren menos carga útil y volumen en el cohete que las estructuras rígidas tradicionales y se despliegan luego en el espacio para proporcionar un alojamiento adicional para vivienda y lugar de trabajo de los astronautas.
El módulo BEAM es la primera prueba de este tipo adherido a la ISS, lo que permitirá a los investigadores medir el grado de rendimiento global y cómo se protege contra la radiación solar, la basura espacial y las temperaturas extremas del espacio.
A diferencia de otros módulos de la ISS, construidos con aleaciones metálicas, BEAM está hecho de tela reforzada diseñada para resistir a la radiación y los micrometeoritos. Las paredes de BEAM están formadas por diversos tipos de capas. La más interior es la cubierta que conforma la cámara presurizada; sobre ella se encuentran colocadas diversas capas que ofrecen protección contra micrometeoritos o pequeños restos en órbita; seguidas de capas para la protección térmica y contra la radiación, además de protección contra la degradación. A pesar de consistir en una estructura no rígida, BEAM deberá demostrar que es capaz, al menos, de proporcionar el mismo nivel de protección contra radiación y micrometeoritos, y de resistencia a la degradación que los módulos actuales.
Bigelow ya envió al espacio los módulos hinchables Genesis I y II en 2006 y 2007, respectivamente, que demostraron diversos aspectos de las tecnologías involucradas en este tipo de concepto. Ahora, con BEAM, se pretende aumentar el nivel de madurez tecnológica de este concepto y convertirse, de hecho, en el primer módulo expandible en el espacio en el que haga su entrada un ser humano.
Rusia dio autorización a la Nasa para que enviara el módulo BEAM a la ISS, según anunció el director del programa de vuelos espaciales tripulados de la agencia norteamericana en Rusia, Sean Fuller. “Se han cumplido todos los requisitos necesarios que exige el programa de la ISS y hemos presentado toda la documentación a nuestros compañeros rusos”, dijo entonces Fuller.
Al parecer, en un principio hubo discrepancias por parte de Bigelow Aerospace a la hora de compartir cierta información respecto al aparato por motivos de espionaje industrial. Los especialistas rusos pidieron datos sobre los procedimientos de inspección del aislamiento del nuevo módulo y mostraron su preocupación respecto al nivel de toxicidad de sus materiales. Finalmente, toda esta información fue facilitada por la empresa estadounidense, concluyó Fuller.
BEAM será hinchado a finales del mes que viene hasta alcanzar un volumen cuatro veces superior al actual, hasta alcanzar las dimensiones aproximadas de una tienda de campaña familiar. Los astronautas entrarán en el módulo ocasionalmente para llevar a cabo pruebas para validar el rendimiento general del módulo y la capacidad de los hábitats expandibles. Una vez completado el período de prueba, BEAM será lanzado desde la estación espacial para su desintegración al reingreso en la atmósfera de la Tierra.
Bigelow Aerospace tiene la intención de construir un módulo 20 veces mayor y situarlo en la órbita baja de la Tierra en 2020 para formar la pieza central de una estación espacial para turistas.