Washington.- El rover Opportunity de la Nasa se está dirigiendo hacia su próximo objetivo, una nueva colina después de haberse enfrentado a una subida de la pendiente más pronunciada jamás abordada por cualquier otro vehículo en Marte. Una nueva imagen muestra las vistas al valle y la captura de la propia sombra del rover y de su rueda.
La inclinación del vehículo alcanzó los 32 grados el pasado 10 de marzo, mientras Opportunity estaba haciendo su máxima aproximación a un objetivo previsto cerca de la cresta "Knudsen Ridge."
Los ingenieros habían previsto que las seis ruedas de aluminio de Opportunity se deslizarían un poco durante la subida de la pendiente, por lo que enviaron comandos al rover para realizar muchos más giros de las ruedas de los que serían necesarios para recorrer la distancia prevista. Los resultados del recorrido se recibieron en la siguiente comunicación por radio del rover: las ruedas habían girado lo suficiente como para que el rover hubiese recorrido unos 20 metros si no hubiese habido ningún deslizamiento, pero el deslizamiento fue tan grande que Opportunity solamente pudo avanzar 9 centímetros.
Este fue el tercer intento para alcanzar el objetivo y solo se acercó unos centímetros. El equipo del rover llegó a la difícil decisión de saltar este objetivo y seguir adelante.
Tanto el objetivo previsto cerca de la parte superior de la cresta y el área objetivo actual están más hacia el oeste en la ladera que forma el extremo sur de "Marathon Valley", que cruza de este a oeste a través del borde occidental del cráter Endeavour. Ambos objetivos están en zonas donde las observaciones de minerales a través del mapeo llevado a cabo por la sonsa espacial Mars Reconnaissance Orbiter de la Nasa, ha identificado minerales de arcilla, que se forman en presencia de agua.
El recorrido del 10 de marzo superó el propio récord anterior de Opportunity de la pendiente más pronunciada a la que jamás se ha enfrentado un vehículo en Marte. Ese récord se llevó a cabo mientras Opportunity se acercaba a "Burns Cliff", nueve meses después de la llegada del rover a Marte en enero de 2004.