Houston.- El efecto de la microgravedad sobre la columna vertebral del astronauta norteamericano Scott Kelly durante 340 días en la Estación Espacial Internacional (ISS) aumentó temporalmente su estatura en cinco centímetros, pero ya ha vuelto a su altura normal y ahora trabaja contra la fatiga y la hipersensibilidad de la piel.
Después de casi un año en el espacio, el astronauta regresó a Houston para ser examinado por un grupo de científicos y comparar su estado físico con el de su hermano gemelo, Mark, astronauta retirado.
Uno de los efectos de pasar mucho tiempo en el espacio en ausencia de gravedad fue que la espina dorsal de Kelly se expandió temporalmente, lo cual le hizo crecer casi cinco centímetros. El efecto de estiramiento se debe a que las vértebras constituyen un resorte gigante y cuando una persona se libera de las condiciones de la gravedad terrestre este resorte se estira, de manera que la estatura aumenta. No obstante, el efecto no es permanente, ni siquiera muy duradero.
Su hermano gemelo dijo que ambos tenían la misma altura de nuevo cuando se abrazaron en Houston, el pasado jueves. Un equipo de médicos está examinando cuidadosamente las diferencias genéticas, físicas y fisiológicas entre ambos hermanos. Los detalles de estos estudios no se han dado a conocer. Los científicos aún deben hacer más análisis y enviar sus investigaciones a una revista científica.
La idea es conocer mejor los efectos dañinos de los vuelos espaciales en los humanos antes de que la Nasa apruebe cualquier misión al espacio profundo, a un asteroide o a Marte, en viajes que durarían un año o más.
El ‘Estudio de los Gemelos’ consiste en 10 experimentos diferentes, realizados por varias instituciones de investigación, que examinarán juntas cómo la vida en el espacio incide en la salud humana. Los estudios incluyen tomografías computarizadas, resonancias magnéticas y medidas de la densidad ósea y la musculación, los vasos sanguíneos y el corazón. Los científicos también quieren comparar los cambios genéticos que produce la radiación en ambos astronautas, que en altas dosis podría producir cáncer.
“Estos estudios son absolutamente esenciales si alguna vez pensamos enviar personas a Marte”, afirmó John Holdren, director de la Oficina de Políticas de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca y asesor científico de alto nivel del presidente Obama. Holdren recibió a Kelly a pie de pista, a la llegada a Houston del astronauta.