Santiago.- La Xunta de Galicia firmará en abril el contrato con Indra e Inaer para la puesta en marcha del polo de aviones no tripulados, según anunció ayer el consejero gallego de Economía, Empleo e Industria, Francisco Conde, tras la primera reunión del grupo de trabajo del polo tecnológico e industrial de Rozas.
La sede de la Agencia Gallega de Innovación reunió a miembros de la Consejería, junto a ejecutivos de Inaer y su matriz, Babcock, incluyendo a los responsables de UAVs y de I+D; así como la responsables de Indra, entre ellos, el director de Innovación y el gerente de Vehículos Aéreos. “Nos ponemos a trabajar para poner en marcha esta alianza entre Inaer, Indra y la Xunta”, señaló el consejero.
Este encuentro, que se produce tan sólo unos días después de elegir a Indra e Inaer como socios de la Xunta en el polo de aviones no tripulados, es el punto de partida para empezar a definir el contrato que la Xunta firmará con Indra y con Inaer y en el que quedarán plasmados, por una parte, todos los compromisos que ambas empresas hicieron explícitos en la oferta conjunta que presentaron al proceso; y, por otra, el calendario de esas actuaciones.
En este sentido, Conde señaló que en el contrato se especificará, de forma concreta, cada uno de los plazos asociados a esos compromisos. De esta manera, señaló el consejero, los 115 millones de euros asociados a la contratación de Indra e Inaer comenzará a invertirse de inmediato, sumándose a los 10 millones que ya se están invirtiendo con el INTA y con el Ministerio de Economía en el aeródromo, y a los 20 millones que la Xunta licitará este año para la compra pública innovadora de tecnología relacionada con el sector.
Conde resaltó la alianza de la Xunta con Inaer e Indra como un acuerdo para crear una nueva industria con vocación de permanencia en Galicia, que generará 600 empleos y se ramificará por toda la comunidad, contratando con 18 empresas, la mayoría gallegas, y centros de conocimiento; y atrayendo a Galicia a tres de las empresas participantes que no son gallegas y creando otras tres filiales. Ambas compañías, además, se han comprometido a trasladar a Galicia toda su actividad de UAVs, poner en marcha dos fábricas, instalar centros de mantenimiento y una oficina de diseño y certificación; crear una unidad de instrucción y formación de pilotos y otra de operadores de sensores, e instalar un centro de control de tráfico aéreo, así como una incubadora de empresas.
El proyecto busca, de esta manera, fijar tejido industrial en el interior de Galicia, atrayendo a unos socios tractores que arrastren la producción y la innovación de las pymes gallegas, configurando uno por el industrial de referencia en el sector que sea quien de crear empleo de calidad, de forma sostenible.