Tanegashima.-Mitsubishi Heavy Industries, Ltd. y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) decidieron posponer al miércoles, por las adversas condiciones meteorológicas, el lanzamiento del cohete H-IIA 202 con el observatorio espacial de altas energías Astro H a bordo previsto inicialmente para el pasado viernes.
Las nubes que incluyen una capa de congelación que superan los pronósticos y la meteorología no es la adecuada para la hora del lanzamiento programada. Además, se espera que los fuertes vientos obstaculicen los preparativos del lanzamiento, según una nota emitida por JAXA.
El satélite Astro H va a ser puesto en órbita, con la colaboración de la ESA, la Nasa y otras instituciones, y la participación de científicos del Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC), en Villanueva de la Cañada (Madrid).
Astro-H, con otros tres satélites lanzados como cargas útiles secundarias, iba a ser lanzados a bordo del cohete H-IIA-202 construido por Mitsubishi Heavy Industries.
El satélite verá el cielo en rayos X y en rayos gamma blandos, lo que le permitirá estudiar algunos de los entornos más energéticos del Universo. Durante al menos tres años, y manteniendo una órbita circular alrededor de la Tierra, Astro-H se centrará en la actividad de los agujeros negros supermasivos en el centro de galaxias lejanas y en la dinámica del gas caliente en cúmulos galácticos, un aspecto que, en palabras de Peter Kretschmar, jefe de Operaciones Científicas de la misión integral y astrónomo en ESAC, “nos dará información sobre cómo se forman los cúmulos y cómo evolucionan. Esto, a su vez, se relaciona con la evolución del Universo en general, el papel de la materia oscura y puede poner restricciones a la energía oscura”.
Kretschmar es uno de los científicos de la ESA que participa en el proyecto, en el que la agencia ha aportado también financiación para los cuatro instrumentos científicos. Algunos expertos europeos forman parte del equipo de ciencia de Astro-H y otros científicos europeos junto con sus colegas de Japón y EE UU se encargarán de calibrar los instrumentos del observatorio en las primeras etapas de la misión. Los astrónomos y astrofísicos europeos tendrán asignado, además, el 8% del tiempo de observación de Astro-H.
La misión es un paso más en la buena colaboración que mantienen JAXA y la ESA pero, sobre todo, puede abrir una puerta muy interesante a la comprensión del funcionamiento de las mayores estructuras del Universo. Peter Kretschmar asegura que “Astro-H permitirá estudiar la física en condiciones extremas utilizando la espectroscopia de una manera que no era posible antes de esta manera, tendremos informaciones mucho más detalladas”. No se puede predecir qué nuevos descubrimientos puede deparar, pero siempre que se ha abierto una nueva ventana de oportunidades, como ahora con Astro-H, los científicos han encontrado algo nuevo e inesperado.