Londres.- Un fallo eléctrico súbito hizo que el B777 de Malasia Airlines desaparecido el 8 de marzo de 2014 perdiera contacto con el control tras su despegue de Kuala Lumpur y volara sin rumbo fijo hasta que se agotó el combustible, según concluye un informe de la Oficina Australiana de Seguridad en el Transporte (ATSB).
Casi 22 meses después de la desaparición del avión con 239 personas a bordo, una de las conclusiones del informe de la ATSB, al que ha tenido acceso el Daily Mail, es que un corte de energía eléctrica en una de las fuentes de suministro del avión pudo afectar al sistema de comunicación principal y la activación del piloto automático. Ese fallo explicaría por qué ni el avión pudo comunicar con el control ni éste pudo contactar con los pilotos.
Los autores del informe señalan que hora y media después del despegue, el avión trató de establecer comunicación con tierra mediante el envío de una señal a través de la Unidad de Datos por Satélite (SDU), dispositivo que permite establecer un enlace aire-tierra a través de una red de satélites. Esa petición automática -conocida como ‘apretón de manos’-, que permite enlazar dos equipos sin intervención humana, pudo haber sido causada, tras un corte de energía, por la activación de un sistema eléctrico de emergencia a bordo.
La mayor concentración informática que controla los sistemas de comunicaciones del avión se encuentra en el Centro de Equipos Principales (MEC) en la bodega de carga delantera. Un posible incendio en ésta podría haber afectado al MEC y dañado a la aviónica del aparato, impidiendo la comunicación con tierra de la tripulación y el pasaje. Sin embargo, el sistema que controla la SDU, ubicado en el techo de la cabina, no habría sufrido daño alguno, por lo que se cree que pudo enviar señales horas después de la desaparición del avión, aventura la ATSB.
Esas señales posteriores permitieron a los investigadores localizar poco a poco la posición del avión en una zona a centenares de millas del sur del océano índico.
El piloto automático también habría sido capaz de operar, dejando al aparato volar sin rumbo fijo, como un "avión zombie”, hasta que se quedó sin combustible. Y cuando los motores dejaron de funcionar, la SDU se quedó entonces sin energía. Pero cuando la unidad auxiliar de potencia (APU) impactó, la SDU debió reiniciarse y enviar automáticamente señales instantes antes de estrellarse, lo que explicaría por qué fueron recibidas tan tarde las señales por el satélite.
El informe, sin embargo, no explica qué causó el corte de energía, limitándose a decir que pudo deberse a un fallo técnico. No se descarta tampoco que pudiera deberse a una acción deliberada del capitán, Zaharie Ahmad Shah, o su copiloto, para sabotear el avión o en un desesperado intento fallido por cortar temporalmente el suministro eléctrico para resolver un problema técnico.