Madrid.- El Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE) procedió hace meses a “borrar” de su lista de decanos a Antonio Martín Carrillo, que fuera elegido el número 13 en el orden de sucesión, según puede constatarse en la web oficial de la corporación.
Ya con ocasión del acto de conmemoración del 50 aniversario de la creación del Colegio, el pasado día 3, algunos colegiados tuvieron ocasión de conocer la exclusión de la lista de decanos del que fuera cesado por su propia Junta Directiva al poco de ser elegido, a pesar de atrincherarse en el cargo de forma ilegal, según sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Este mismo diario, al anunciar una semana antes la celebración del acto conmemorativo, hizo referencia a la historia del COIAE, a cuyo primer decano, José Manuel Sendagorta Aramburu, le han sucedido hasta hoy otros 14, aunque Martín Carrillo ha sido eliminado de esa nómina.
En efecto, en la lista de decanos que recoge la web colegial se produce un vacío desde junio de 2006, en que expiró el decanato de Fernando de la Malla, hasta febrero de 2010, en que asumió el cargo Felipe Navío.
En junio de 2006 fue elegido Martín Carrillo, pero poco después del verano de ese año su Junta Directiva le revocó primero sus poderes de administración y en diciembre del mismo año le apartó del cargo, cese que fue posteriormente refrendado por la Junta General del Colegio.
A pesar de que los actos administrativos son eficaces y ejecutivos desde su decisión, Martín Carrillo se enrocó en la posición de decano defendido por alfiles de seguridad y fieles de conveniencia, expulsó a los directivos que le cesaron, nombró a otros, usó y dispuso a su entera discreción y recurrió los acuerdos de la Junta que le cesó.
Tras varios años de litigios, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid resolvió que los acuerdos de la Junta Directiva que procedió a su cese fueron conformes a derecho. En esa línea, el COIAE, como expresa elocuentemente su web con el borrado del que fuera elegido como decano decimotercero, deja en vacío estéril y yermo un periodo de casi cuatro años en su órgano de gobierno, como avergonzado y renegado del mismo.