Washington.- En los próximos días, el rover Curiosity de la Nasa se acercará a unas dunas oscuras de arenas móviles, llamadas "Dunas Bagnold" en la falda de la ladera noroeste del monte Sharp en Marte.
Ningún rover en Marte ha estado antes en una duna de arena, solamente en ondas arrastradas por el viento o el polvo. Una de las dunas que Curiosisty investigará es tan alta como un edificio de dos pisos y tan amplia como un campo de fútbol.
Las dunas Bagnold están activas, se trata de unas dunas móviles: imágenes desde órbita indican que algunas se mueven hasta un metro por año terrestre. No hay dunas activas que hayan sido visitadas en cualquier lugar del sistema solar aparte de en la Tierra.
"Hemos planeado investigaciones que no sólo nos hablan de la actividad moderna de las dunas en Marte, sino que también nos ayudarán a interpretar la composición de las capas de arenisca hechas de dunas que se convirtieron en roca hace mucho tiempo," dijo Bethany Ehlmann del Instituto de Tecnología de California y el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa.
El rover ya está monitorizando la dirección del viento de la zona y la velocidad cada día y toma imágenes progresivamente más cercanas, como parte de la campaña de investigación. En la duna hará uso de su pala para recoger muestras y llevarlas a los instrumentos de laboratorio internos del rover y utilizará una rueda para raspar en la duna y comparar la superficie con el interior.
Las observaciones de las Dunas Bagnold con el Espectrómetro de Imágenes de la sonda espacial Mars Reconnaissance Orbiter de la Nasa indican que la composición mineral no se distribuye de manera uniforme en las dunas.
"Vamos a utilizar a Curiosity para saber si el viento en realidad clasifica los minerales en las dunas por la forma en que el viento transporta las partículas de diferente tamaño de grano", dijo Ehlmann.
"Estas dunas tienen una textura diferente a las dunas en la Tierra", dijo Nathan Bridges, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins. "Las ondas en ellas son mucho más grandes que las ondas en la parte superior de las dunas en la Tierra, y no sabemos por qué. Tenemos modelos basados en la presión de aire inferior. Se necesita una velocidad del viento superior para que una partícula se mueva. Pero ahora tenemos la primera oportunidad de hacer observaciones detalladas".