Moscú.- La bomba que estalló en el A321 ruso operado por Metrojet provocando la muerte de sus 224 ocupantes tras despegar del aeropuerto egipcio de Sharm el Sheikh, en Egipto, estaba alojada bajo uno de los asientos de pasajeros en la parte trasera del avión, junto a una ventana, según concluyen los expertos del Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia.
Los técnicos han recreado la imagen de la explosión a bordo y aseguran que la bomba la debió colocar alguno de los empleados del aeropuerto de donde partió el avión siniestrado.
Según fuentes próximas a la investigación, el FSB conoció que había explotado una bomba en el avión y el lugar donde había sido colocada la misma a partir de un fragmento del fuselaje hallado en el lugar del accidente. El revestimiento de dicho fragmento presentaba un agujero de un metro de diámetro aproximadamente con los bordes curvados hacia afuera.
Esta información le fue facilitada ayer por el jefe del FSB, Aleksandr Bórtnikov, al presidente ruso, Vladímir Putin. Según su versión, la bomba que explotó tenía una potencia de 1,5 kilos de trilita y contaba con un temporizador. La explosión provocó la despresurización de la cabina. Todos los pasajeros y los tripulantes murieron casi al instante. Parte de la cola se desgajó del resto del avión en el aire.