Madrid.- “Descubrir las aeronaves no tripuladas” es el nuevo título de la colección Descubrir, que publica Aena y del que es autor el doctor ingeniero aeronáutico y profesor de la ETSIAE, de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ángel Rodríguez Sevillano.
El libro se compone de 9 capítulos que recorren la historia de los RPAS; los clasifican según tamaño y actuaciones; definen sus subsistemas principales; explican los fundamentos de su diseño y cómo la ingeniería se pone al servicio de cada operación concreta; enumeran la normativa y regulación aplicable desarrollada hasta el momento; apuntan posibles propuestas de futuro para su mejora y las investigaciones en materiales inteligentes; destacan las posibilidades que ofrece operar de manera conjunta con varias aeronaves de este tipo (los enjambres), y por último, especifican los agentes españoles partícipes en el desarrollo de esta tecnología.
El tono esencialmente divulgativo empleado en sus más de doscientas páginas se combina con un lenguaje algo más técnico cuando el contenido lo requiere. Tal es el caso del capítulo quinto, en el que se dan unas nociones elementales de aerodinámica y mecánica del vuelo para mantener el rigor a la hora de explicar la versatilidad de los RPAS que permitirán unas actuaciones u otras en función de la configuración escogida y viceversa. También se incluyen varios anexos con nomenclaturas y acrónimos para facilitar la lectura, y bibliografía y páginas web de referencia para profundizar en la materia.
El autor hace especial hincapié en la problemática que se produce a nivel legal cuando los drones han de compartir el espacio con aeronaves de transporte de pasajeros o de carga. “El gran Talón de Aquiles de esta tecnología en el momento actual es su marco regulador, cuando las aeronaves tienen que volar en el espacio aéreo no segregado”, afirma.
Por el contrario, es especialmente interesante conocer los usos potenciales que tiene la utilización de sistemas de enjambres aéreos, una baza para alcanzar objetivos de gran envergadura mediante un patrón de comportamiento cooperativo en misiones planificadas.
Tareas molestas, insalubres, nocivas o peligrosas, conocidas en el argot como dirty/dull/dangerous, son el origen de las aeronaves no tripuladas. El hecho de no tener un piloto a bordo no sólo garantiza la seguridad de usar estos sistemas en misiones peligrosas, sino que también aumenta su capacidad de uso; por ejemplo, puede usarse ininterrumpidamente pues no acusa el cansancio del piloto, puede someterse a maniobras que pondrían en riesgo la seguridad de una tripulación a bordo o posibilita que no haya que suspender de noche las extinciones de incendios. Por ello, las previsiones de futuro apuntan a que aumente su uso y el número de modelos en operación crezca notablemente.
Su impacto en la economía tiene dos vertientes. De un lado, el volumen de negocio y el número de empresas implicadas en este mercado en eclosión y de otro, el empleo, por los puestos de trabajo que podría generar esta industria en un futuro próximo y que los informes consultados por el autor cifran en 100.000 empleos de nueva creación hasta 2025. Asimismo, “el desarrollo de la tecnología asociada a este tipo de aviones puede jugar un papel clave en el impulso de la innovación y de la I+D en nuestro país”, afirma José Manuel Vargas, presidente y consejero delegado de Aena, en la presentación del libro.