El Cairo.- El A321 ruso que el pasado sábado cayó en la península del Sinaí, en Egipto, muriendo 224 personas, se desintegró en pleno vuelo, según evidencia la dispersión de los escombros en el lugar del siniestro así lo evidencia, indicó ayer el director de la Agencia Federal del Transporte Aéreo de Rusia, Alexandr Neradko.
"La zona de dispersión de los fragmentos del avión forma una elipse alargada de aproximadamente 8 kilómetros de largo y cerca de 4 kilómetros de ancho", añadió Neradko. "Todas las señales evidencian que la destrucción del fuselaje del avión ocurrió en el aire, a una gran altura", agregó.
Por otra parte, el responsable de la comisión de investigación, el ruso Viktor Sorochenko, dijo que aún es muy pronto para determinar la causa del trágico incidente. Sorochenko dirige un comité internacional integrado por expertos de Rusia, Egipto, Francia e Irlanda para investigar el incidente. La investigación inició en las primeras horas de ayer con un análisis de los registros de datos de las dos cajas negras del avión, lque fueron recuperadas el sábado.
La Autoridad de Medicina Forense de Egipto empezó a entregar los cuerpos de las víctimas a la embajada de Rusia en El Cairo y a los familiares de las víctimas. Hasta ahora se han recuperado 187 cuerpos en el lugar del accidente.
El sábado, un A321 operado por la compañía Metrojet con 224 pasajeros a bordo cayó en una zona montañosa de la península de Sinaí. Un grupo terrorista del denominado Estado Islámico en Egipto se adjudicó el accidente, pero aún no se ha podido confirmar.
El primer ministro de Egipto, Sherif Ismail, dijo el sábado que es imposible determinar la causa del incidente ocurrido al avión ruso hasta que la caja negra sea revisada. "Los expertos aseguraron que un avión que vuelta técnicamente tan alto no puede ser derribado", dijo Ismail, quien añadió que no se cree que haya actividades "irregulares" detrás del hecho.