Madrid.– La sonda Rosetta, de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha descubierto abundante oxígeno entre los gases que rodean al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, lo que se ha descrito como el descubrimiento más sorprendente sobre el cometa hasta la fecha y cuestiona los modelos de la formación del sistema solar, según ha publicado la revista ‘Nature’.
Rosetta ha estado estudiando el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko durante más de un año y en él ha detectado una gran cantidad de diferentes gases que salían de su núcleo. El vapor de agua, monóxido de carbono y dióxido de carbono son los más abundantes, con una rica variedad de nitrógeno, azufre y las especies que contienen carbono, y también se registraron incluso "gases nobles".
El oxígeno es el tercer elemento más abundante en el universo, pero la versión molecular simple del gas, O2, ha demostrado ser sorprendentemente difícil de localizar, incluso en formación de estrellas, ya que es altamente reactiva y fácilmente se rompe para enlazar con otros átomos y moléculas.
Eso demuestra que el cometa 67P tuvo su origen antes de la formación del sistema solar, según Kathrin Altwegg de la Universidad de Berna. "Nunca habíamos pensado que el oxígeno pudiera subsistir durante miles de millones de años sin combinarse con otras sustancias", ha agregado.
André Bieler, de la Universidad de Michigan, ha liderado al grupo de científicos que ha registrado los datos de la coma de 67P entre septiembre de 2014 y marzo de 2015, mediante el espectrómetro de masas ROSINA-DFMS de la nave Rosetta. “Nuestras observaciones indican que el ratio O2/H2O en la coma es isotrópico, es decir, no depende de la dirección en que se examina, y no cambia sistemáticamente con la distancia al Sol”, señala el científico.