Corlu.- Una avería en el Boeing 737-800 de Air Europa en el que viajaba a Afganistán la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha obligado a ésta a permanecer más de 12 horas en el aeropuerto turco de Corlu, a poco más de 100 kilómetros de Estambul, donde hizo escala técnica en su vuelo hacia Herat para asistir al cierre de la misión española.
En el avión viajaban 47 pasajeros más la tripulación. Entre los pasajeros a bordo estaban el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Fernando García Sanchez; el jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME), general Jaime Dominguez Buj; personal de Vicepresidencia del Gobierno y del Ministerio de Defensa y 29 periodistas que han ido a cubrir el acto de arriado de la bandera española en la base de Herat.
La misión de los militares españoles en la base afgana concluye tras más de una década de presencia ininterrumpida. La mayor parte del personal ya se encuentra en territorio nacional y el resto, junto con el material, habrá salido del país asiático antes de que termine este mes de octubre.
Estaba previsto que a la despedida del contingente español acudiera el ministro de Defensa, Pedro Morenés, en representación del Gobierno. Pero el reciente accidente del helicóptero militar y la operación de búsqueda y rescate de sus tres tripulantes desparecidos en el Atlántico llevó al ministro a Canarias a dirigir las acciones marítimas y aéreas, lo que motivó su sustitución por la vicepresidenta en el viaje a Herat.
Un problema en el filtro de combustible del Boeing de Air Europa, contratado por el Ministerio de Defensa convirtió la escala de una hora programada para repostaje en doce horas de espera. Al iniciar la maniobra de aterrizaje en Corlu el piloto observó el encendido de uno de los testigos del cuadro de mandos indicando el problema con el filtro del motor derecho. Eran las dos de la madrugada de este sábado.
Según diversas informaciones, se pretendió entonces pedir ayuda a Turkish Airlines para remediar el problema, pero no fue posible y, al final, se optó por reclamar la pieza a Madrid. La compañía trasladó la pieza en cuestión desde la capital de España a Turquía. En total, una escala de doce horas.