Washington.– La misión de la Nasa Osiris-Rex (Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification, Security-Regolith Explorer), que será lanzada el próximo año a bordo de un Atlas V, está realizando pruebas de carácter ambiental en las instalaciones de sistemas espaciales de Lockheed Martin, cerca de Denver, Colorado.
Osiris-Rex será la primera misión norteamericana que debe tomar muestras de un asteroide cercano para traerlas a la Tierra para su posterior estudio. Es la tercera misión de tipo New Frontiers de la Nasa, después de New Horizons y Juno. En 2020 se acercará al asteroide Bennu.
Durante los próximos cinco meses, la sonda será sometida a una serie de rigurosas pruebas que simulan el vacío, las vibraciones y temperaturas extremas que experimentará durante toda la vida de su misión.
"Este es un momento emocionante para el programa ya que ahora tenemos una nave espacial completa y el equipo se somete a pruebas antes de que realmente vuele al asteroide Bennu", dijo Rich Kuhns, director del programa Osiris-Rex en Lockheed Martin Space Systems. "La fase de prueba medioambiental es un momento importante en la misión ya que revelará cualquier problema con la nave y los instrumentos aquí en la Tierra, antes de enviarla al espacio profundo", añadió.
En concreto, Osiris-Rex se someterá a pruebas para simular el duro ambiente del espacio, incluyendo acústica, la separación y el choque de despliegue, la vibración y la interferencia electromagnética. La simulación concluye con una prueba en la que la nave y sus instrumentos se colocan en una cámara de vacío y se someterán a temperaturas frías y calientes extremas similares a las que se enfrentarán durante su viaje a Bennu.