La Haya.- El Consejo de Seguridad de Holanda, que ha investigado las causas del derribo del Boeing 777-200ER de Malaysia Airlines presuntamente por rebeldes prorrusos en el este de Ucrania el 17 de mayo del pasado año, hará público este martes su informe final sobre el siniestro que causó la muerte de los 283 pasajeros y 15 miembros de la tripulación del avión.
Las investigaciones confirmarán, entre otros aspectos, si se utilizó un sistema de misiles tierra-aire Buk, de fabricación rusa. Desde un primer momento, Ucrania y Rusia se culparon mutuamente de la tragedia.
El pasado mes de julio, el Gobierno ruso vetó en el Consejo de Seguridad de la ONU la creación de un tribunal internacional para investigar y juzgar el caso.
El vuelo cubría la ruta de ámsterdam a Lumpur cuando fue derribado. El Consejo de Seguridad holandés ya adelantó a los familiares de las víctimas que su informe no entra en cuestiones de "culpabilidad" o "responsabilidad" de los hechos, aspectos de los que se ocupa la investigación criminal del accidente, que se desarrolla en paralelo y cuya conclusión se espera para finales de este año o principios de 2016.
El 17 de julio de 2014 un Boeing 777-200ER de la compañía Malaysia Airlines con 298 personas a bordo en vuelo de Amsterdam a Kuala Lumpur fue derribado cerca de Donetsk, al este de Ucrania, en un área de guerra próxima a la frontera con Rusia.
El contacto por radar se perdió mientras el avión se encontraba a 10.000 metros de altura. La compañía aérea confirmó en su cuenta de Twitter que habían perdido el contacto con el vuelo MH17 mientras se encontraba en el espacio aéreo de Ucrania.
Las autoridades ucranianas confirmaron que el avión fue derribado y acusó a los rebeldes prorrusos de derribarlo con un misil tierra-aire. Por su parte, representantes de la autoproclamada república popular de Donetsk negaron disponer del armamento necesario para derribar un avión a 10.000 metros de altura.