Nueva York.- Rusia ha usado su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para impedir que un tribunal internacional juzgue el derribo del Boeing 777 de Malaysia Airlines hace un año en Ucrania y que causó la muerte de 298 personas que viajaban en él.
Como miembro permanente del Consejo de Seguridad, Moscú ha utilizado su poder de veto para bloquear una propuesta que contó con el apoyo de 11 de los 15 países miembros del Consejo. La delegación rusa fue la única en oponerse a la iniciativa encaminada a dirimir responsabilidades en la tragedia. Angola, China y Venezuela se abstuvieron.
Las potencias occidentales y el gobierno ucraniano sostienen que el B777 fue derribado por un misil antiaéreo facilitado por Rusia, algo que Moscú niega. El gobierno de Malasia es el principal impulsor de la creación de un tribunal internacional para juzgar a los responsables. La iniciativa también la patrocinan Holanda, que tenía a 196 ciudadanos en el avión, así como Autralia, Bélgica y Ucrania. Moscú culpa a las autoridades de Kiev por el desastre.
Hace pocos días el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció la posición de su país manifestada por el embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin: que la creación de un tribunal internacional sería "prematuro" y "contraproducente". El representante ruso defendió la actitud de su gobierno diciendo que cualquier proceso criminal debería ser llevado adelante a puerta cerrada. También criticó la "agresiva propaganda" y dijo que los investigadores rusos no han tenido acceso en igualdad de condiciones al lugar.
El veto de Moscú ha decepcionado a los cinco países que investigan la catástrofe: Australia, Bélgica, Malasia, Holanda y Ucrania, para quienes lo primordial es juzgar a los culpables. “Es una cuestión de responsabilidad penal individual de los asesinos, no de política. Por eso me siento particularmente decepcionado que un país como Rusia, siga mezclando dos cosas totalmente distintas”, ha dicho el ministro de Exteriores ucraniano, Pavlo Klimkin
"Rusia ha ignorado cruelmente la protesta pública de las naciones en duelo", dijo Samantha Power, embajadora estadounidense ante Naciones Unidas. Por su parte, la ministra de Exteriores de Australia, Julie Bishop, calificó el veto ruso de "una afrenta a la memoria de las 298 víctimas del MH17, a sus familiares y amigos. Australia, Bélgica, Holanda, Malasia y Ucrania buscarán mecanismos procesales alternativos”, añadió.
Moscú presentó una propuesta de resolución alternativa que no incluía un tribunal pero llamaba a una investigación internacional en profundidad.
La Oficina de Seguridad en el Transporte de Holanda emitirá un informe sobre la tragedia en el próximo mes de octubre.