Barcelona.- “El Prat será uno de los aeropuertos mejor comunicados de Europa”, dijo el miércoles la ministra de Fomento, Ana Pastor, al inaugurar las obras de la lanzadera ferroviaria, un proyecto con una inversión de 268,4 millones de euros que conectará las dos terminales entre sí y con la red de Cercanías de la Ciudad Condal
La titular de Fomento recordó que El Prat es uno de los 10 principales aeropuertos de Europa. En 2014 tuvo un récord de viajeros, 37,5 millones, un 6,7% más respecto a 2013. Y en 2015, ha señalado la ministra, va camino de superar su propia marca, ya que al cierre del primer semestre contabiliza más de 18 millones de pasajeros, un 4,8% más que en el mismo período de año anterior.
En ese sentido, la ministra se ha mostrado convencida de que “el efecto combinado del Tren-lanzadera y el Metro va a proporcionar una accesibilidad óptima al aeropuerto, que se va a traducir en un incremento adicional del número de pasajeros”.
Pastor ha afirmado que “el Gobierno de la Nación no está escatimando ningún recurso para seguir proporcionando a los ciudadanos las infra-estructuras, los equipamientos y los servicios que necesitan para que Cataluña siga creciendo y prosperando” y ese compromiso del Gobierno, y en particular del Ministerio de Fomento, con los ciudadanos de Cataluña, está avalado por los datos objetivos y por los hechos, una vez que Cataluña es la segunda Comunidad Autónoma con mayor dotación presupuestaria por parte del Grupo Fomento durante el conjunto de la presente legislatura, con 8.895,6 millones de euros.
El nuevo acceso ferroviario al aeropuerto tendrá una longitud total de 4.495 metros y se iniciará en el enlace con la línea de ancho convencional Barcelona-Tarragona, discurriendo en doble vía hasta la terminal T1, con una parada intermedia en la terminal T2.
El elemento más destacado de la nueva infraestructura será un túnel de 3.385 metros, de los que 2.830 se excavarán con tuneladora, y los restantes corresponderán a tramos entre pantallas.
El túnel, con un diámetro de 10,6 metros y una profundidad máxima de 25,8 metros, tendrá una longitud de 1.364 metros en su primer tramo hasta la estación intermodal que se situará en la terminal T2, y 1.466 metros desde ésta hasta la T1, tras discurrir bajo pistas. El proyecto también contempla la adecuación de los gálibos interiores a las normas europeas de interoperabilidad.
Otras actuaciones destacadas serán la ejecución de las estructuras de la estación intermodal de la terminal T2, así como la construcción de cinco salidas de emergencia y del pozo de extracción de la tuneladora.
Las obras, que tienen un plazo de ejecución estimado de 33 meses, serán ejecutadas por la Unión Temporal de Empresas formada por las constructoras Copcisa, Ferrovial-Agromán y Sacyr.
En paralelo a la construcción de la nueva infraestructura, está previsto que próximamente se licite el correspondiente contrato para la ejecución de la superestructura, la señalización, la instalación de las comunicaciones y la explotación de la línea.