Madrid.- Ante la nueva convocatoria de paros por parte de los controladores aéreos españoles, la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) lamenta que no se haya promulgado aún la Ley de Huelga y echa en falta la voluntad de legisladores y gobiernos “que permita evitar conflictos como el que nos afecta de manera recurrente y ante cualquier tipo de coyuntura”.
ALA, a través de su presidente, Pablo Olmeda, ha hecho llegar su queja a los medios de comunicación “volviendo a plantear el carácter de los servicios esenciales que prestan y los graves efectos colaterales que se producen en la industria del transporte aéreo y del turismo. Efectos sociales y económicos que tienen una incidencia muy significativa en España al tratarse de su primera actividad económica y la mayor generadora de empleo”.
“Lamentablemente el desarrollo de la Ley de Huelga, dado el carácter fundamental del derecho que reconoce, debiera haberse producido por ley orgánica. Esta ley, sin embargo, no ha llegado a promulgarse todavía por lo que es una de las últimas grandes leyes constitucionales pendientes. Sin embargo el desarrollo e implantación de otras leyes relacionadas, en este caso con el transporte aéreo, sitúan en nuestra opinión a las compañías aéreas en ámbitos de indefensión jurídica con un alto coste para ellas”, añade Olmeda.
“El cierre o las restricciones al tráfico aéreo sobrevenidas por la huelga, impide a las compañías aéreas realizar los servicios comprometidos, pero no las exime de una serie de responsabilidades ante sus clientes, como se ha puesto de manifiesto en ocasiones precedentes, por ejemplo la que origina el conflicto que ahora se dilucida”, señala el presidente de ALA.
Y concluye: “Sin duda hay límites en los derechos y obligaciones de los ciudadanos, como los hay en los de los trabajadores y en los de los empresarios; lo difícil es acotarlos y encauzarlos de forma equilibrada para que ni unos ni otros queden lesionados en sus intereses. Por ello echamos en falta la voluntad de superarlos en los ámbitos superiores de la legislación y de la gobernación, que permitan evitar conflictos como el que nos afecta de manera recurrente y ante cualquier tipo de coyuntura.