Madrid.- El aeropuerto madrileño ha vuelto a operar con su pista más larga, la 18R-36L, después de permanecer cerrada al tráfico aéreo durante un mes para proceder a la regeneración de su pavimento y la renovación del balizamiento de la misma y sus calles de rodaje.
Las obras, que fueron adjudicadas a Dragados por 14,1 millones de euros, se iniciaron el pasado 17 de abril, aprovechando así una temporada valle entre las vacaciones de Semana Santa y la proximidad del verano. Simultáneamente se han llevado a cabo otras actuaciones entre las que se encuentran el traslado de la base de deshielo de aeronaves en la cabecera 36R y el traslado del ILS, sistema de ayuda al aterrizaje, en la cabecera 18R
La pista, de 4.179 metros de longitud, es la más antigua de las cuatro de que dispone el aeropuerto madrileño; está en servicio desde el año 1998. Es la que se utiliza preferentemente para el despegue de las aeronaves de gran envergadura, las que operan los vuelos transatlánticos y es la más conflictiva por los sobrevuelos sobre la urbanización madrileña Ciudad Santo Domingo, en litigio por el que ya se ha pronunciado en varias ocasiones el Tribunal Supremo en contra de Aena y el Ministerio de Fomento.
En cuanto a los detalles de la obra principal, se han regenerado aproximadamente 167.000 toneladas de pavimento flexible y 5.000 toneladas de hormigón. Se ha dispuesto de 14 fresadoras, 3 plantas de aglomerado asfáltico en obra más otras 2 plantas externas, 8 extendedoras, 20 tándem de compactación, 15 compactadores neumáticos, cerca de 100 camiones y 2 plantas de hormigón externas.
Para renovar la instalación del balizamiento se han utilizado las últimas tecnologías LED en luces aeronáuticas de superficie, reduciendo la huella ambiental lumínica. Se instalarán alrededor de 1.100 nuevas balizas y se tenderán en torno a 300.000 metros de cable.
Desde el punto de vista de la sostenibilidad ambiental, se ha aprovechado todo el material posible de la demolición del pavimento del fresado para reutilizarlo en la obra. El material de balizamiento se ha desmontado de modo que quede disponible como repuesto.
La actuación en la pista, a efectos de capacidad operacional, se ha planificado y coordinado previamente con los operadores y con Enaire, el proveedor de servicios de navegación aérea.